miércoles, 21 de septiembre de 2005

Tocaba ginecólogo o el ginecólogo me tocaba


Ayer fui al ginecólogo*. Estaba sentada en la sala de espera y me sentí un poco mal. Las chicas que estaban a mi alrededor, eran como todo glamour. Bien peinadas, consultando la agenda y haciéndole ascos al Hola!, con unos zapatos a la última combinando perfectamente con el estilo del traje de chaqueta, con las mechas estupendas sin raíces, etc. La típica chica a la que le queda todo como en su sitio, sin ser especialmente guapa o con buen tipo. No haré comentarios ni un listado de comparaciones absurdas entre ellas y yo, porque todos más o menos os podéis hacer una idea por donde andaba la cosa y de todos los atributos físicos con los que, en definitiva, ellas habían sido agraciadas y yo no.

Yo me pregunto cómo se hace eso. Porque por mucho que yo intente muchas veces vestirme bien, o ir arreglada, o ponerme el pelo como a mi madre le gustaría… no me queda igual. Será que no sé llevarlo con porte diplomático. ¿Es que hay que nacer de una determinada forma para ser pija? ¿Es que las que nos hemos caído al otro lado de la raya no podemos ya cruzar la frontera en toda nuestra vida?

Y claro, irremediablemente dada la situación y la ubicación de todas nosotras, me puse a pensar en sus chichis.¿Cómo los tendrían? Seguro que iban con depilación brasileña y les olía a rosas. ¿Lo tendrían teñido? ¿Les habría dado por hacerse dibujos? Porque estas chicas a las que me refiero, es como si fueran inmunes al dolor sobrehumano que te acontece en una sala de depilación en la lucha encarnizada con los pelos allá dónde los haya. Y por ello, son capaces de ir más allá del simple “quítame lo que sobra” para adentrarse en el mundo de “¿y si me hago…?”. Y también son ajenas al olor corporal, de todo tipo, bien sea axilar o pélvico.

Desde luego, ¡quién fuera mujer acondicionada!

*Es interesante resaltar llegados a este punto, que la querida Guisante y yo, por avatares de la vida, compartimos el mismo ginecólogo. Coincidencias que no paran de asombrarnos. ¿Será que el mundo no es tan grande como quieren hacernos creer? Quizás nos tengan aglomerados en ciertas partes del mundo y hay zonas despobladas y maravillosas en las que hay gente poderosa pegándose la vida padre. Por eso están tan interesados en que viajemos en avión, para no pararnos por el camino y descubrirlos.

4 comentarios:

Kiko, ese hombre. dijo...

Seguro que alguna se lo arregla expresamente para ir al ginecólogo, por consejos de su madre, ya que hasta el desvirgamiento matrimonial nasti de plasti.

Es lo que tiene ser pija del pp, que te diviertes mucho en las manifestaciones del foro de la familia y luego tienes el conejo con menos uso que el extintor del guarda jurado del windsor

Anónimo dijo...

No importa lo que hagamos, siempre notarán que venimos del arroyo, cariño... Menos mal que tenemos a nuestros cuñados y a nuestros sobrinitos para consolarnos, tia, que son un punto, me parto.
Fdo. Una engraciada

La Niña Graphics dijo...

Despues de ver las fotos que hizo mi prima en cierta boda he llegado a un par de conclusiones:
una, que con dinero se tiene mejor piel, menos arrugas, mejor aspecto, un moreno bronceado de mallorca (que no es igual que el de cuenca)
dos, algunas divinas lo consiguen asi, sin mas, no por dinero, sino porque lo llevan dentro,
y tres, para las demás, sin dinero y sin elegancia interna, estamos bien jodidas.

Rodrigo dijo...

Hay un estudio que dice algo así: "en todo el mundo, entre dos personas que se conocen, hay al máximo 6 desconocidos".
Reducindo la proporción a Portugal diria que el "ratio" será algo semellante a una enfermedad venerea...
Todo un assunto, por cierto!