jueves, 31 de marzo de 2005

Working abroad


La suerte está echada.

Dear Ms Oye Morena

We acknowledge receipt and thank you for your application for the above-mentioned internship.Your candidature will be considered along with those of the other applicants and will be evaluated in the light of your qualifications and experience in relation to the internship requirements.

We will contact you again in the second half of April if you have been shortlisted. If you do not hear from us by end April, you should consider that your application has not been successful

Thank you for your interest in working with XXXX.

miércoles, 30 de marzo de 2005

Fingiendo

Nos mudamos a la casa en Francia hace tiempo, y la propietaria nos advirtió que era obligatorio hacerse un seguro del hogar. Nosotros fingimos que le hacíamos caso, pero no lo hicimos. Entonces, la pintura del baño, que fingía ser impermeable, empezó a caerse a pedazos por culpa de la humedad. Poco después, la lavadora del vecino de arriba, que fingía ser un compartimiento estanco, convirtió su baño en las Cataratas del Niágara, y por extensión el nuestro. La propietaria, avispada, decidió fingir que todo el desastre del baño era culpa del vecino. Nosotros ya no podíamos seguir fingiendo que teníamos seguro, y hubo que hacerse uno de verdad. La compañía por su parte fingió cobrarnos lo normal, cuando en realidad nos cobraba el doble. Entre tanto el vecino fingió que se quedaría para siempre cuando en realidad se mudó sin avisar.
Acabamos de volver de la compañía de seguros. Fingiremos que teníamos seguro cuando la gotera presuntamente mojo todo. El señor del seguro fingirá que no sabe nada. A mi me da que nos van a pagar la pintura con billetes de monopoli...

Desde lo alto de mis tacones


El otro día estaba hablando con mis amigas y si yo sola me monto planes y metas que cumplir, no hay nada como reunirse con las amigas a cotillear y ver series fashion como para que de repente salgan como de la luz todos los objetivos que estábamos esperando, que de ser conseguidos nos traerán definitivamente la luz que buscamos.

Hace unos años, estos objetivos se basaban principalmente en ir al gimnasio a matarse moviendo pesos y sudando sobre la tapicería de skye de las máquinas y sobre todo, retomar cualquiera de las dietas que habíamos probado con anterioridad en algún momento sin demasiado éxito (véase la del huevo duro, la dieta depurativa del jarabe de arce, la disociada o la de la sopa de apio…). Torturas varias con diferentes nombres con los que acallar las jaurías hambrientas del estómago a la vuelta de los infiernos del fitness, ya de por sí hiperactivas con el cuerpo en reposo.

Pero últimamente, parece que las tornas han cambiado. Hemos pasado del “esto que me sobra hay que eliminarlo como sea” al triste y más realista paradigma de la ciencia de “esto que me sobresale hay que taparlo como sea, sin perder la dignidad”. Y quien dice tapar, pues dice también disimular, adornar, comprimir, espachurrar o enfundar.

El otro día, mientras nos tragábamos todas miles de series gracias al nuevo descubrimiento que ha supuesto para mí el canal digital, decidimos que en la vida, lo principal es tener glamour. Da igual si luego tienes que desplazarte rodando como una pelota o si cuando te sientas en el sillón tu muslo toma dimensiones inhumanas cuando se aplasta contra el cojín que incluso llegan a alarmarte. No importa. Si se te tiene que salir la tripilla por encima de la cintura del pantalón, que sea, ¡pero a llevarlo con gracia!.

Y entonces, fuimos el otro día a casa de Paula y ella sacó unos tacones monísimos de la muerte, que eran el último grito en top-glamour ideales para esta nueva etapa. Pero claro, me los probé y ante la mirada atenta de todas, la mirada que les permitían las lágrimas de risa que salían de sus ojos, puede pasearme por todo el salón haciendo gala de mi arte y mi soltura al andar ataviada con semejante atuendo. No valgo para esto. Las piernas se me paralizaron y se me volvieron duras. El arte de ir en puntillas es todo un misterio para mi y lo único que me provoca es un paralis generalizado que no me aporta mucho bien al garbo y la soltura con los que he sido por naturaleza dotada por la gracia de Dios.¡En mi vida he visto a alguien más pato con tacones puestos! Solo me sirven para ponerme falda y apoyarme quieta en algún sitio, evitando los desplazamientos innecesarios. Pero esto no me parece muy útil.

Puzzle

En navidad, una mano familiar me tendió un paquete. -Hmmm..., vaya..., un puzzle..., esto... gracias- dije, con el desagradecimiento que me caracteriza. -Podría haber sido peor,- pensé, -podría haber sido ropa-.
Claro, mi habitual desencanto ante el 98% de los regalos que alguien me hace, se debe casi por entero a mi pesimismo y cortedad de miras. El caso es que hace una semana pensé, ¿porqué no intentar hacer el puzzle? y hete aquí que, señoras y señores, contra todo pronóstico, hacer un puzzle me parece la juerga padre.
Llevamos una semana comiendo precariamente casi con el plato en vilo por que el puzzle ocupa casi toda la (única) mesa de la casa, durmiendo poco por que se nos va el santo al cielo intentando colocar "sólo una pieza más", y comunicándonos tan sólo mediante frases crípticas del tipo "zapato marrón que pisa un sombrero verde", "brazo con bolso y pulsera", "¡aquí está la mano del que salta a dola!".
Las tareas del hogar descuidadísimas, las uñas de los pies kilométricas, pues no osaríamos desperdiciar ni un segundo de los pasados en casa en otra cosa que no fuese colocar una pieza tras otra ¡Qué falta de sueño!¡qué tortícolis! Hay que terminar con esta adicción cuanto antes, creo que esta noche no dormiré a ver si termino el dichoso puzzle y puedo recuperar mi vida.

P.D.: por favor, que nadie más me regale nunca uno.

martes, 29 de marzo de 2005

Conjugando


Yo leo. Tú lees. Él lee. Nosotros leemos. Vosotros leéis. Ellos leen.

Yo sueño. Tú sueñas. Él sueña. Nosotros soñamos. Vosotros sonáis. Ellos sueñan.

Yo crezco. Tú creces. Él crece. Nosotros crecemos. Vosotros crecéis. Ellos crecen.

Usted lee. Usted sueña. Usted crece.

lunes, 28 de marzo de 2005

Que llueva, que llueva


Hoy es un día de calma chicha. El guisante no aparece por ningún lado ni tampoco ha ido a trabajar Miguelhino hoy. Mmmmm... ¿estarán ahora mismo de vuelta leyendo algún libro o haciendo calcetines que ya de por sí llevan media europa vista? El messenger parece el desierto de Almería y nadie parece dar señales de vida a estas alturas de la tarde. Mis cuentas de correo no reciben mensajes, excepto algún que otro email esporádico. La cuchipandi está ausente en pleno, ni siquiera una. Gringo se ha dado a la fuga, espero que movido por el gran retorno del amor. Roberto parece que no responde al otro lado de la pantalla (¿se habrá electrocutado con la alfombra?). Ruru no me manda señales y se mantiene en un silencio mientras espero que se arranque (ahora le ataco). Siul está ocupado con su ascenso y no sé si con su viaje. La asociación hoy está perezosa después de la Semana Santa. Juanpi no ha acudido al centro a promulgar la palabra de Bill Gates y aparece en amarillo hablando con el móvil. La UICN no da señales de vida. Tampoco va a ser hoy cuando me escriban los que quiero que me esciban. Y el cielo... el cielo está encapotado, ¿quién lo desencapotará? Uy, está que llueve que no llueve. Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva...

Habana Blues


Se llama Habana Blues y para consultar más sobre la película, oir algunas canciones de la banda sonora, saber más de los personajes o incluso ver un trailer, podéis pinchar tranquilamente en http://wwws.warnerbros.es/movies/habanablues/. Ya sabéis, maravillas de este mundo informatizado y democráticamente informado (por cierto, el diseño de la página me gusta mucho).

Lloré, por todo y por nada y por lo que llevaba acumulado. Y luego salí a la calle, con el alma hecha un barullo y me fui a casa de Paula, Jimena y Víctor. Ida y vuelta, piensa y vuelve a pensar. Y por el camino me dije que es extraño como la tristeza parece que te roba siempre el aire y luego se manifiesta con un suspiro. Y pensé que cuando llegara a casa de Paula, le diría de bajar y gastarnos todo lo que llevaba encima en unos copazos. ¡Pero si yo no bebo! Pero luego decidí que mejor atacar por lo sano y compré coca-cola light. Y tenía ganas de un donuts fondant pero no había en ningún sitio. Los chinos y su selección de víveres estaban en mi contra. Cuando una está triste y le vuelven cosas del pasado a recordarle y para cogerla por los hombros y sacarla de una misma para verse desde fuera y desde lo alto, es bueno andar. Y pienso que a cada paso que doy no sólo dejo atrás un poco de lo que me hace andar pesada, sino que además le doy la espalda según avanzo. Ahí te quedas. Tomo el aire que me falta. Lleno de nuevo este cuerpo desinflado.

Quizás fuera lo que en la película se cuenta. Quizás sea lo que se ve. Quizás sea que enlaza con algo que está dentro de mí, un recuerdo que viene de lejos. Quizás sea Cuba. No lo sé.

Habana Blues

A veces pienso que si no la controlas


A veces pienso que si no la controlas, tu vida se te desparrama y se da, por tendencia natural, al despendole. Pero no en el sentido de que si no lo evitas al final acabas de fiesta en fiesta, viviendo al límite sin orden ni acierto, ójalá fuera eso. Si no que siempre tienes que estar sujetando las desdichas para que no se desparramen por los lados. Mete tripa que se te nota la tristeza. No te pongas así de lado que te hace pliegues el mal humor y te queda fatal. Ponte el sujetador que la gravedad hace estragos en tu soledad. No, de perfil no salgas en la foto que es el lado malo de tu complejo de inferioridad.

Y estoy segura de que hay vidas de carnes prietas, que necesitan un ejercicio menor de sujeción y vidas como la mía, a las que les falta el tono muscular y en seguida hacen aguas. Y cuando saltas, se ponen todas a vibrar al unísono.

Tengo que ir al gimnasio de vidas.

domingo, 27 de marzo de 2005

Una relación


Hace meses que me acuesto con el mismo hombre todas las noches. Y lo peor, es que no sé si me cae del todo bien. Me saca de quicio, sus comentarios me ofenden, me parece un machista, detesto su vocabulario... y aún así, cuando no está conmigo le echo de menos y corro a sus brazos rendida, buscándolo entre los otros. Montalbano se me ha metido en la cabeza y ya vamos por el sexto caso que resolvemos juntos. Somos un equipo perfecto. "¡No, por ahí no vayas, Salvo!". "Está bien, me quedo a cenar contigo pero luego me marcho". "Joder, tienes razón, nunca lo habría dicho...". "Me parece de traca que vayas a tratarla así"...

Andrea Camilleri, que sepas que has pasado a un segundo plano. Lo que hay entre Salvo Montalbano y yo es personal y tú has dejado de tener la sartén cogida por el mango. Por mucho que te creas que escribes lo que tú quieres.

El antropólogo inocente


Este es el libro del que hablaba el guisante, una buena recomendación para disfrutar de la lectura. Como no soy muy buena haciendo críticas ni resúmenes ni nada de eso, os copio un trozo de un comentario que he pescado buceando por internet. Como siempre, intento no contaros mucho sobre el argumento porque lo más divertido de un libro es que cada uno lo devore a su forma. Y a algunos no nos gusta que nos avancen todo lo bueno que está por venir cuando vamos engullendo las páginas. Cuando vuelva guisante, quizás se anime a decirnos cuál es su opinión sobre el mismo. La mía, puesto que soy la que la he puesto en contacto con esta historia, es obvia.

"El antropólogo inocente" es un texto ciertamente insólito del que se dijo: probablemente el libro más divertido que se ha publicado este año. Nigel Barley hace con la antropología lo que Gerald Durrell hizo con la zoología (David Halloway). El autor, doctorado en antropología por Oxford, se dedicó durante un par de años al estudio de una tribu poco conocida del Camerún, lo que constituyó su primera experiencia en el trabajo de campo, y casi la última.

Portada

viernes, 25 de marzo de 2005

De este viaje a Lisboa


De este viaje a Lisboa, quiero resaltar dos recomendaciones que os animo a visitar. No sé, son sitios que de alguna manera me han sorprendido un montón y no me han dejado indiferente.

Convento dos capuchos: antes de irme de viaje, caí por casualidad en un bar de Madrid al que no había ido con anterioridad y el camarero, una persona muy simpática de esas que te hace ser feliz, me recomendó que si iba a Sintra, no se me olvidara visitar un pequeño convento llamado Convento dos Capuchos. Cuando llegamos, mis amigas y yo decidimos hacer caso a esa recomendación y de verdad, no pudimos alegrarnos más de haberlo hecho.

A 8 Km de Sintra, semioculto en una fragosa ladera de la Serra, este pequeño cenobio construido a comienzos del siglo XVI por Álvaro de Castro, ilustra a la perfección las dos máximas de la regla de San Francisco: la austeridad extrema como vía de purificación y el contacto directo con la naturaleza. Se accede al convento por una oquedad entre dos piedras abatidas. Después de atravesar un umbroso patio exterior en el que se puede ver una fuente de frescas aguas y una mesa de piedra se accede al atrio, que está semiexcavado en la roca, como el resto del monasterio.

La presencia de los Capuchos en estos lugares duró unos trescientos años, hasta que las órdenes religiosas fueron proscritas por los liberales en 1834. se cuenta que tras la visita del rey Felipe I (II de España), a la sazón soberano de ambos reinos, el monarca mostró su satisfacción por contar en sus dominios con el monasterio más rico y grande del mundo, El Escorial, y este otro, el más pobre, puro y diminuto.


Convento dos Capuchos
Iglesia-convento dos Domingos: (Largo de São Domingos). Su fundación data del siglo XIII y desde entonces hasta el siglo XVI fue objeto de continuas reformas, quedando destruida tras el terremoto de 1755. Como fue iglesia mayor de Lisboa, en ella se celebran las grandes ceremonias religiosas. La historia de la iglesia está ligada al triste recuerdo histórico de la matanza de São Domingos, acaecida el 15 de enero de 1506, cuando la muchedumbre aplastó a dio muerte a judíos y cristianos nuevos, llegando a contarse 2.000 víctimas. La chispa que encendió la cólera popular fue la discusión sobre si se había producido o no un milagro al brillar la cruz del altar; los cristianos nuevos mantenían que sólo había sido un reflejo del sol, y los cristianos viejos, histéricos e irracionales, se lanzaron a una vergonzosa matanza.

Lisboa otra vez


Cada viaje es un mundo, aunque vuelvas a la misma ciudad con poco tiempo de diferencia. Todas las cosas está ahí, tal y cómo estaban cuando tú estuviste la última vez pero tú eres distinta, o te enfrentas a las mismas desde una perspectiva diferente.

Lisboa es una ciudad que me encanta. Me gusta la forma que tiene y cómo se ordena la realidad en esa ciudad. Es agradable para pasear, es fácil de descubrir. No es de esas ciudades que te repelen, que te escupen hacia fuera por mucho que te gusten, sino que se deja conocer tranquilamente sin oponer resistencia. Está ahí quieta, mirando tranquilamente al mar, y por eso hay veces que te da la sensación de que está un poco triste. ¿Qué le pasará?

Esta vez he ido a Lisboa con dos amigas y nos lo hemos pasado en grande. Ahora tenemos muchas aventuras que contar, de esas que llenan las vidas de las personas. Cuando tienes tu vida llena, eres alguien.

En esta foto estamos las tres muy contentas después de haber comido estupendamente en un bar de portugueses muy simpáticos. Luego, el camarero se empeñó en hacernos una foto a las tres debajo del cuadro y él nos dijo dónde teníamos que colocarnos, para lo cual aprovechó para tocarme disimuladamente una teta el muy listo.

Las tres

Me encanta el portugués porque suena bonito


Me encanta el portugués porque suena bonito. Suena dulce y con melodía. Cogumelos, enamorada, cachorros, obrigada, cabeleireiro, ninguei, até, crianza, porreiro, impecável, salgado, saudades, sozinho...

Como he estado recientemente en el país vecino, vengo embriagada por ese idioma que tanto me gusta y por eso, voy a hacer un homenaje al mismo a través de las palabras de un misterioso hombre que siendo uno sólo, se escondía detrás de muchos otros inventados.

Justicia

Alexander Search

Segundo eu suponho, houve um país
onde todos tinham torto o nariz.

E o nariz torto de cada um
não entristecia, de modo nenhum.

Mas nesse país um homem nasceu
com nariz direito e assim cresceu;

os homens, por ódio, nesse país
mataram o homem do belo nariz.

Autopsicografia

Fernando Pessoa

O poeta é um fingidor.
Finge tão completamente
que chega a fingir que é dor
a dor que deveras sente.

E os que lêem o que escreve,
na dor lida sentem bem,
não as duas que ele teve,
mas só a que eles não têm.

E assim nas calhas de roda
gira, a entretener a razão,
esse comboio de corda
que se chama o coração.

Sin título

Álvaro de Campos

Todas cartas de amor são
ridículas.
Não seriam cartas de amor se não fossem
ridículas.

Tambén escrevi un meu tempo cartas de amor,
como as outras,
ridículas.

As cartas de amor, se há amor,
têm de ser
ridículas.

Mas, afinal,
só as criaturas que nunca escreveram
cartas de amor
é que são
ridículas.

(...)

jueves, 24 de marzo de 2005

Una página web


Hace unos meses (que puestos todos juntos suman más de un año) empecé a caminar con unos amigos hacia una idea que teníamos en mente. Nos pusimos a tejer una maraña que al final ha dado su fruto. Y como todo fruto que se precie hoy en día, lo hemos ínformatizado para acercarlo al mundo y ya tenemos una página web: www.territoriosvivos.org. De más está decir que la podéis visitar.

Ya estoy de vuelta de mi viaje astral. Tomo el relevo del guisante, que se ha ido a Viena a darse un garbeo.

Calentando motores

Esta tarde salimos para Viena. En coche desde Ginebra, con parada para dormir en Salzburgo ¡Bien! Me gustan los viajes largos de coche. Me voy a hartar de comer patatas fritas, cantar, tejer calcetines y de leer en voz alta (yo ejerzo principalmente de copiloto). Libro-compañero de viaje: "El antropólogo inocente", cortesía de nuestra morena corresponsal en Lisboa y altamente recomendable.
No es mi primer viaje a Viena, ya fui hará dos años a visitar a la misma amiga a la que voy a ver ahora. Me quedé maravillada entonces por lo tranquila que era la ciudad (claro, que por aquella época no había vivido en Ginebra aún), por que uno podía nadar en pelotas en el río en verano (sí, lo sé, soy una subversiva) y por las pinturas y arquitectura de este señor.
Aquí una foto de Alex y yo en bici delante de una de las casas de Hundertwasser.

miércoles, 23 de marzo de 2005

N. del G.

(Nota del Guisante) No es que tenga a la morena atada, amordazada y escondida en un armario, es que la muy cochina está de viaje en una ciudad que empieza por Lis y acaba por Boa, como la boa constrictor. Por eso me toca a mi animar esto. Eso si, el jueves me voy a Viena, ¡yuhuuu!

martes, 22 de marzo de 2005

"Como una novela"

Acabo de terminarme ese libro de Daniel Pennac. Es lo primero de él que he leído y creo que escogí un libro atípico.



No es una novela, tampoco es un ensayo, es, o por lo menos para mi ha sido, como una caricia en el lomo de un lector. Me ha gustado, mucho. Como eso de la crítica literaria se me escapa y temo volverme de cartón, mejor pinchar aquí y leer una entrevista del autor sobre este y otros libros suyos.

lunes, 21 de marzo de 2005

Las piscinas de Ginebra no tienen calles

Todo el mundo nada a mogollón. Es por ello que bastan 5 señoras recién salidas de la peluquería, nadando en batería, para que le sea imposible nadar a nadie más. Creo que algún alma caritativa debería decirles que nadar a braza, sin meter la cabeza y en animada charla es fatal para el lumbago. En cualquier caso no seré yo. Tengo pensado salpicarles o algo un día de estos, pero tengo miedo de que me acorralen en los vestuarios y me hagan comer sus bañadores de leopardo con hombreras...

Forges...

... comprende tan bien nuestros sufrimientos por que tiene una hija bióloga. Pero el siguiente chiste puede leerse poniendo, donde dice biólogos, filósofos, filólogos, u otras inocentes criaturas...

viernes, 18 de marzo de 2005

Huelga de plumas

Parece que estamos en huelga de lápices caídos, por que ninguna escribe nada de nada... en fin. Ante esta falta de ideas qué mejor que recurrir a las ajenas: ¡recomendemos un libro!: "Cuentos sin Plumas" de Woody Allen.

Aquí os copio un trozo con el qué me partí de risa el otro día:

"Métodos de desobediencia cívica:
- Huelga de Hambre: en ella los oprimidos renuncian al alimento mientras no sean satisfechas sus exigencias. Los políticos solapados acostumbran a ponerles bizcochos al alcance de la mano o tal vez queso de cabra, pero hay que resistir.

El problema que plantea la huelga de hambre es que al cabo de unos ciertos días se puede estar francamente hambriento, sobre todo cuando camiones con altavoces han sido pagados para desfilar anunciando -¡Um... qué pollo!-, -¡Um... qué guisantes tan buenos!-.

Una variante para aquellos cuyas convicciones políticas no sean tan radicales, es dejar de comer cebollinos."

Que prestancia da esto de recomendar libros... ¡qué bien! Espero que os guste.

<>

Sin Plumas

miércoles, 16 de marzo de 2005

Llega la primavera a Ginebra

Qué copiona es esta morena, jolines, yo había pensado escribir también sobre la primavera.... en fin, ahí va de todos modos:

Llevamos dos días seguidos de sol y no he visto nevar desde el sábado así que parece definitivo, la primavera ha llegado.

-Este fin de semana se alcanzarán los 20ºC y las pistas de esquí se convertirán en una sopa- sentenciaba un locutor de radio esta mañana. ¡Ale! ¡Alea jacta est! a colgar los esquís y a echarse a la calle ¡Por fin!

El invierno divide a los ginebrinos en dos grupos: los que esquían y los que no.

Los que esquían es como si se evaporasen los fines de semana, y como son multitud, pues Ginebra parece una ciudad fantasma. El viernes por la noche no hay un alma en ningún sitio por que hay que levantarse temprano al día siguiente para pasar la mañana en el atasco que se forma caminito de los Alpes. El sábado por la noche lo mismo, por que los aguerridos esquiadores, o están hechos polvo y no salen o no salen por que al día siguiente quieren repetir. Claro, siempre quedan los que no esquían, que sí que salen, pero son dos o tres y no bailan por que suelen tener algo roto.

Entre semana todas las conversaciones giran en torno al esquí, y siguen dos modelos principalmente:
a) ¿Dónde has ido-cómo estaba la nieve-había mucha gente?
b) ¿Dónde vas este fin de semana-cual es la previsión del tiempo-esquías o esnowbordeas?

Pero se acabó. En primavera todo cambia. Las actividades se diversifican y hay gente en la calle. Los hay que se empecinan y continúan haciendo esquí acuático en el lago. Los hay que navegan, no se muy bien como, por que a veces el lago parece un atasco gigante de veleros (¿Ginebra ciudad pija? ¡¡¡¡¡nooooo!!!!!) y los más proletarios se dedican a patear Los Alpes o El Jura, según gustos.

Pero lo mejor mejor de la primavera-verano en Ginebra es que se convierte en un concierto gigante. Música por todas partes, en cada parque familias y grupos de amigos haciendo merendillas campestres mientras escuchan solos de tambor japonés, bandas de ska, coros de gospel, grupos de samba etc. Hay de todo, como en botica, y gratis.

Así que ya sabéis, a animarse que no es gerundio.

Hace sol


Por favor, ¡qué sol! En días como hoy me embarga una felicidad increíble. Todo el mundo me cae bien, todo me apetece, mis planes me parecen estupendos, quiero gritar a todas horas a la gente que se deje llevar, quiero caminar por la calle sin la sensación de llevar el cuerpo a rastras, corro, salto de alegría, te canto a ti, y sonrío, me río, siento la pureza de lo que me rodea, los cristales están limpios…

Y mi cabeza está llena de pájaros que me llevan volando a miles de planes que había dejado abandonados. Escupo plumas cundo te lo estoy contando. Porque es un alboroto lo que anda ahí arriba. Una, dos, tres y cuatro plumas seguidas para el asombro de todos. Toma, te las regalo. Corre, que hay que respirar felicidad tranquilamente.

Y un amigo y yo tenemos un plan. Vamos a viajar a las islas Fidji escondidos en una nevera por 780€ en cómodos plazos sin intereses. Los de Carrefour nos llevan y nos dejan allí con un lavavajillas, una lavadora, una freidora un microondas y una aspiradora. ¡La alegría está de oferta!

lunes, 14 de marzo de 2005

Todavía con lo mismo


Una vez leí en algún sitio que la capacidad de sufrimiento por los demás depende de la imaginación. Que para sufrir por otros, hace falta una dosis muy fuerte de imaginación. Puede que sea verdad.

Hace un año, el 11-M marcó un día negro en la historia de mi país que también podría decirse que es un día negro, como muchos otros, en la historia de la humanidad. Y también marcó un cambio fuerte en mi forma de sentir porque ahora, entre todos los registros que tengo guardados en mi cuerpo, tengo un casillero donde he guardado a qué huele el dolor en masa. Y puedo evocarlo y soy capaz de sostenerlo en mis manos cuando veo en la televisión o leo en los periódicos que una bomba ha estallado aquí y allá, que una guerra ha matado a unos y otros. El 11-M me acercó al mundo y me hizo caminar aún más, al lado de los que sufren el peso de la injusticia. Y ya no es cosa que dependa de la imaginación.

Pero estoy harta del 11-M, de sus víctimas y de los actos públicos, con o sin cipreses en Atocha, con o sin concierto de cuerda en el Parlamento, con o sin debate eternos en la tele, con o sin minutos de silencio seguidos de aplausos, con o sin un largo etc. Harta, harta, harta hasta la médula. Hasta el moño de toda la patraña sentimentaloide, de todos los testimonios escabrosos, de las ofrendas florales, de toda la manipulación política, de la naturaleza inerte de convenios que no dicen nada, de los especiales en los telediarios, de las palabras sucias de quien ensucian el recuerdo en la tele. Estoy harta de que sea siempre una excusa, que sirva de medallón a unos u otros, de que todo se lo debamos, de oír que en ese tren íbamos todos. ¡Hasta el moño!

Por favor, lo único que pido es que no tengan el morro además de decirme que guarde un minuto de silencio o que haga tonterías como esa en nombre de los que murieron inocentemente por una injusticia tan enorme. Ni minuto de silencio ni calles con nuevos nombres ni nada de eso. ¡Que me dejen en paz! En paz con la conciencia tranquila por saber que esa gente que todavía sufre tanto puede de una vez descansar en paz y olvidar el horror gracias a la ayuda desinteresada y privada, atenta, humana, cercana, anónima, reconfortante, cálida, paciente… de quien en nombre de todos ha de dársela. Esos mismos que han de velar, pues así lo queremos todos, para que esto tan atroz que espantó al mundo y que dejó a un país sin habla no vuleva nunca, jamás, a ocurrir. Y mientras tanto, sus palabras de más sobran.

A las barricadas

Últimamente me siento muy subversiva, y por eso, en mi línea, querría pedirle a todo el mundo que apagase la tele, como señal de repulsa, de hartazgo, no ya por que nos manipulen o nos dejen de manipular, si no por que nos toman por tontos y con eso vale.

Yo, en la pequeña casa donde vivo, no tengo tele. Cuando llegué había muebles y no tele y no compré una. No fue una elección espartana ni un experimento sociológico conmigo misma ni nada. Me vino así, dado. Y claro, la echo de menos de vez en cuando.
No voy a mentir, a hacerme la heroína intelectual y a decir que todo es sustituible con recuperar el arte de la conversación o con una buena lectura. A mi también me gustaría poder ver una peli alguna noche o alguna tarde lluviosa de domingo o algo así. También cuando pasan ciertas cosas en el mundo me quedo como buscando el hueco donde encajaría la tele en mi salón-comedor-dormitorio-rotulador-pinza, como si ella pudiese darme todas las respuestas. Pero por otro lado me alegro enormemente de no tener la posibilidad de quedar atrapada delante de un programa que engancha sólo por denigrante, en una especie de competición entre uno mismo y la cadena televisiva por ver cuan lejos pueden llegar ellos y cuan lejos puedo yo seguir acompañándolos.

En muchas familias la tele es un aglutinador, hacer algo juntos quiere decir casi siempre ver algo juntos en la tele y es una pena. No cambiar ese esquema nos hace ser clientes de una porquería que es sobre todo triste y por tanto nos vuelve tristes a nosotros también. Tristes y pequeños, por que nos pasamos la tarde divirtiéndonos con gallinas que se chillan o argumentos trilladísimos tratados de una forma cada vez más descuidada, por que en el fondo, poco importa, nos lo vamos a tragar igual.

Es inútil, creo yo, esperar que cambie la tele por ahora, o entrar en un debate circular sobre si la tele da basura por que la gente la pide o si la gente pide basura y por eso la tele amablemente se la da. Eso ya es lo de menos. Ya no sirven las medias tintas, hay que apagar la tele. Por vergüenza ajena y por amor propio.

viernes, 11 de marzo de 2005

Ensalada de alcachofas


Ahora que parece que finalmente viene el buen tiempo y ya apetecen más las ensaladitas, os paso una receta que queda muy bien y se hace en un periquete.

¡No dejéis de dar vuestra opinión si os animáis!


Receta

Pescado en adobo


Esta es una receta muy sencilla que queda muy rica. Como esto del cocinar va según los gustos, no os añado cantidades para que cada uno lo adapte a su parecer. Mi madre no le echa casi cebolla y sin embargo, yo le pongo mucha. También me gusta cargado de vinagre, cosa que hace que a mi padre hasta se le ericen los pelos de la barba sólo de pensarlo. En fin, que ahí van los pesos brutos para que os calculéis vuestro propio peso neto.


Receta

En un día como hoy...

Es muy difícil saber que decir.
Tenemos, como humanidad, que cambiar muchas muchas cosas, y por eso yo espero que llegue una revolución, pero no una de las de la vieja escuela, si no una como las de Rodari:

Rivoluzione

Ho visto una formica
in un giorno freddo e triste
donare alla cicala
metà delle sue provviste.

Tutto cambia: le nuvole,
le favole, le persone.....
La formica si fa generosa.....
E' una rivoluzione.

Gianni Rodari

(He visto a una hormiga, en un día frío y triste, darle a la cigarra, la mitad de sus provisiones.
Todo cambia: las nubes, las fábulas, las personas... La hormiga se vuelve generosa... es una revolución)

jueves, 10 de marzo de 2005

Allô? Oui, c’est moi...


Soy completamente inútil a la hora de hablar por teléfono. No es que tenga miedo a la técnica y al avance de la tecnología, porque ejerzo un dominio absoluto sobre otro tipo de máquinas de tipo doméstico como pueden ser el microondas, la radio, la máquina de coser e incluso aquellas más rebeldes como son la epilady y sus amigas del mundo del masoquismo femenino, que hace falta mano derecha cuando se encabritan y se enmarañan con tanto pelo (este mundo de la depilación se merece un post aparte que ya vendrá en próximas entregas). El caso es que ante un teléfono, me bloqueo.

Dice guisante que puede ser porque siento que la persona con la que estoy hablando me pone a prueba y siento fallarme a mi misma, por inseguridad congénita que padezco. Puede ser y lo he pensado y tiene sentido. Yo pienso también que puede ser porque cuando uno habla con alguien por teléfono, es como si estableciera una conexión directa entre su yo más interno y el yo más interno del otro y eso me descoloca. De repente, el cuerpo, esa masa viscosa que nos rodea y que en algunos casos como el mío crece a pasos agigantados y de forma descontrolada, deja de ser un filtro y tener un primer plano y sólo estás tú, ante lo que pueda pasar, sin barreras ni ayudas gestuales ni tiempo para pensar. Uno no puede hacer una mueca por teléfono que lo diga todo y tiene que expresarlo rápidamente en palabras. O no puede interpretar al otro por sus gestos y sus miradas, con lo cual tiene que hacer un ejercicio extra de concentración para entenderlo todo. No puede haber pausas prolongadas mientras piensas, no puedes sonreír para tranquilizar al interlocutor… Venga, venga, que la comunicación tiene que ser fluida. Y yo me atoro y por eso parezco una borde al aparato.

Y cuando tengo que hacer llamadas, a cualquier persona, pues miro el teléfono como si fuera un invento del demonio. Y me pongo nerviosa, de verdad. Y empiezo a pensar que mejor llamo luego, cuando me organice mejor o cuando sepa que fulanito ha llegado a casa. Y luego no llamo, porque es mejor esperar a que llegue a la oficina y no molestarle a esas horas… y así, engaño tras engaño… ¡Qué calamidad! ¿Por qué será eso?

Así que pido perdón por lo malqueda que soy a veces y por no llamar nunca a quien se lo merece. Lo siento, chicos, cada uno tiene esos problemillas sociales que le son tan difíciles de superar.

Un regalo

Hoy hace un día precioso, un día de primavera, así, en mitad de las tormentas de nieve, para poder ver el sol reflejado en las hojas de los magnolios.

miércoles, 9 de marzo de 2005

Redemption song

Giovanni y yo hemos bajado a la ciudad al medio día. Hemos comido en el pequeño sitio de kebabs libanés un plato de esos maravillosos que son proteínas y ajo al cincuenta por ciento. Ahí hemos caído en la cuenta de que no sabemos qué pasa ahora en el Líbano, o mejor (o peor, según se mire) qué lleva pasando de unos años a esta parte para que ahora esté a punto de pasar lo que parece que va a pasar, pero que no sabemos muy bien tampoco qué es.

Tras esta comida opípara (increíble palabra, por cierto), nos hemos puesto a pasear, y la implacable salsa de ajo a comenzado a apoderase de todo el agua de nuestro cuerpo. Claro, nos ha dado un sueño tremendo justo cuando íbamos caminando por el centro de Ginebra, por la zona donde están los grandes bancos y los edificios de oficinas.

Hemos entrado a tomar un café a un bar-restaurante de lo más chic. Sentados a la barra hemos pedido nuestros cafés, y cuando me he quitado la chaqueta, y ha quedado completamente expuesto mi jersey de rayas de colores, me he sentido cuando menos llamativa. Me ha extrañando que ningún maitre me haya ofrecido un jersey finito negro de cuello alto para poder seguir en el local. Y casi me he sentido tentada, ya puesta, de sentarme en la barra en plan indio y con una guitarra imaginaria cantar...

"Emancipate yourselves from mental slavery;
None but ourselves can free our minds.
Have no fear for atomic energy,
’cause none of them can stop the time.
How long shall they kill our prophets,
While we stand aside and look? ooh!
Some say it’s just a part of it:
We’ve got to fulfil de book.
"

...para ver si me hacía con el público, pero he desistido, no sabría que hacer después si todos estos empleados de bancas privadas me tomasen por el Mesías y se dedicasen a seguirme, como a Brian. Quizá otro día.

martes, 8 de marzo de 2005

Día de las mujeres

Hoy es el día de las mujeres y yo en realidad no se muy bien qué significa, para qué sirve o si es bueno o malo... ¿de quién son los otros 364 días? una, en un arranque de feminismo iracundo podría contestar: ¡¡¡de los hombres!!! Pero eso no es estrictamente cierto.

Los otros días están repartidos, hay un día del padre, un día de la madre, un día del niño, un día del medio ambiente, un día de la música, un día del libro, un día de los enamorados, un día del trabajador y así un largo etcétera. Todo el mundo tiene un día, todo tiene un día. A este paso los días se acabarán solapando en extrañas combinaciones. Quién sabe si dentro de unos años el 8 de marzo será el día de la mujer, del bolígrafo y de los fontaneros, el 9 de marzo el día de los bomberos sin camiseta, de las jirafas y de los billetes de metro... etc.

¿Y por qué no se regala nada en el día de la mujer? o es que se regala y yo no me he enterado... hmm... yo quiero algo...

lunes, 7 de marzo de 2005

Dos páginas


Dos páginas interesantes que quiero compartir con todos. Una es un proyecto y la otra es un escaparate y un laboratorio a la vez... Espero que os gusten.

http://www.bookcrossing.com/home/
http://www.epdlp.com/

viernes, 4 de marzo de 2005

Hoteles


Mis amigas me han encargado la encomiosa tarea de buscar un hotel en Lisboa para esta semana santa (uy, perdón, Semana Santa). Para quien no lo sepa, decirle que hay muchos, miles de millones y que todos tienen un montón de atributos infalibles con los que atraer al cliente. Ejemplos que estoy segura podrían aplicarse a la lista de hoteles de cualquier ciudad del mundo en cualquier parte del mundo:

Clairon Suites: dispone de 57 habitaciones con baño completo, secador de pelo, aire acondicionado, calefacción (hombre, gracias por no dejarme morir de congelación… ¿he de suponer también que en el lote entra la cama, el suelo, las mantas y el cristal de la ventana?), teléfono (jolines…), T.V. vía satélite, caja fuerte (opcional) y Kichenette (¡toma ya!, ¿qué será esto? ¿una chica ataviada con cofia y minifalda dispuesta a cocinar hasta las carnes más crudas? ¿Un hornillo para que te dores los croissant en la habitación por las mañanas “do it yourself”?)

Radisson Sas Hotel: dispone de 221 habitaciones completamente insonorizadas (¡Dios!, ¿qué suele pasar en ese hotel por las noches? ¿Se correrá peligro? ¿Toque de queda?), con TV vía satélite (está bien si a partir de las 21.00 se pone peligroso y tienes que pertrecharte en tu habitación), teléfono, mini bar y caja fuerte (opcional).

Jorge V: dispone de 49 habitaciones, con baño completo, secador de pelo, espejo de aumento (este detalle me encanta, porque quiere decir que puedes espachurrarte las espinillas mientras esperas aburrido que tu compañero de cuarto se vista o incluso deprimirte viendo de cerca tu piel porosa porque no te has leído el post de hace unos días y no te has aplicado la mascarilla humectante de árbol de té después del tónico), teléfono directo (¿directo a dónde?), TV vía satélite, radio (¡Dios!, ¡paraíso terrenal!, puedes explotarte los granos mientras bailas a ritmo de greatest hits), aire acondicionado, minibar (para ahogar las penas contraídas con el puñetero espejo de aumento y hacer tiempo hasta que se te pasen las manchas rojas que te has producido en la piel) y caja fuerte (opcional). Y luego especifíca: máximo un niño por habitación (si tiene usted dos, abandone a uno antes de salir de casa, este es un hotel financiado por el gobierno chino).


Hay algunos


¡Tenemos unos cuantos lectores asiduos declarados! ¡Viva! ¡Qué atropello de emociones!
Un beso a todos y cada uno de ellos y por separado. Jajajajaaja, lalalalalalalala.

Atolondrada, tarambana


Desde luego, hay veces que pienso eso de “cría fama y échate a dormir”. No entiendo por qué la gente que me conoce suele decirme que soy despistada, distraída, olvidadiza, atolondrada, tarambana… porque puede que me vaya de viaje a Turquía y se me olvide hacer la maleta, pero mirad, si en realidad hasta tengo los bolígrafos Bic todos juntos en un bote, separados de los lápices de colores todos juntos en otro bote, separados de los rotuladores fosforitos todos juntos en otro bote diferente al bote donde guardo separados todos los Pilots juntos. Si más o menos tengo un orden y tengo en la estantería organizados los libros por temas, los de poesía por un lado los de lectura por otro y más allá los de ciencia. Si hasta tengo, tengo, tengo y tú no tienes nada.

Aunque claro, luego la verdad es que días como hoy me hacen sospechar que quizás la gente tenga razón y ande por ahí con algo de despiste, distraimiento, olvido, atolondramiento y tarambanismo (¿?).

Todo empezó cuando antes de realizar un furtivo viaje a Lisboa, me pasé por el banco para recoger unas tarjetas de crédito que llevaban allí miles de días. Y como había perdido la carta del pin que me habían mandado por lo visto días antes a mi domicilio, pues me dieron el número en la oficina que yo obedientemente apunté en una hoja y que se me pareció lo más lógico guardar en la cartera con la tarjeta en cuestión, sin firmar porque tampoco había prisa. Y con esa guisa pues me fui a la capital lusa, tan tranquilamente en mi Smart y tan sonriente con mi música a todo trapo. Y luego volví.

Tres días después de la vuelta, me di cuenta de que había perdido la cartera y tres días y 10 minutos después de dicha vuelta, fruto de una reflexión profunda, me di cuenta del pequeño detalle de la mala combinación que había en ella: tarjeta de crédito sin firmar con el pin. Así que anulé todo lo anulable y me cagué en todo una vez más. En mí, en mi cerebro hueco y en todo lo que le acompaña. ¿Qué iba a hacer?

(NOTA DE LA AUTORA: No sé si habéis conocido a alguien capaz de esconder en un Smart una cartera durante un mes, porque yo sí. Tengo que decir aquí y no precisamente a mi favor, que un Smart es un vehículo motorizado, sin guantera, apenas sin maletero, sin juntas ni fisuras para esconder nada. Pero yo me las arreglé y conseguí ocultarlo de tal forma pese a la escasez de recovecos que mi hermana, que usa su coche todos los días, no se había dado ni cuenta de su existencia. El caso es que mi hermana me llamó el otro día para decirme que milagrosamente, se había encontrado la maldita cartera detrás del chaleco reflectante o no sé qué. Pero todo estaba anulado ya, así que de poco me sirvió).

Así que hoy me he ido al banco a recoger de nuevo las tarjetas que había anulado y que creía que había perdido. Y he llegado y me he encontrado que había un montón de ellas, porque resulta que antes de irme a Lisboa algún comercial había conseguido que firmara no sé qué papeles para que me mandaran otra tarjeta de crédito que aún no había recogido antes del viaje y que anulé a la vuelta por si las moscas. Y claro, ahora estaban duplicadas y me he juntado con varias tarjetas y no sabía cuales estaban activadas y cuáles no. Y por supuesto no me sabía el pin de ninguna. Luego he entrado en un despacho y he estado hablando con una chica muy amable a la que le he contado mi odisea. Me ha llevado al cajero para sacar el pin de las puñeteras tarjetas. Pero a mitad de camino me he vuelto porque se me había olvidado la bufanda en el despacho. Y cuando pasaba por delante del sofá en el que había estado esperando mi turno, he visto de reojo mi cartera, la cartera, encima del sofá. Así que he dado un sobresalto y he soltado un “¡anda, mi cartera!” y la he cogido y la chica, que me seguía de cerca, ha flipado un poco. Luego hemos ido al cajero definitivamente y entonces ella me ha dicho muy discretamente que copiara el número secreto secretísimo que nadie podía saber que aparecía en ese momento en pantalla, número que por supuesto he gritado en alto y compartido de este modo, con toda la gente que esperaba su turno en la sucursal. Y no contenta con eso, lo he repetido otra vez con la siguiente tarjeta hasta que ella, presa de un ataque de nerviosismo ante mi intervención triunfal de la mañana completa, me ha advertido que por motivos de seguridad, era mejor que copiara los números de voz baja, si es que podía (a estas alturas sé por su mirada que dudaba con fundamento de mi capacidad intelectual). Lo he apuntado en un papel todo y acto seguido, lo he guardado en mi cartera, junto con las tarjetas sin firmar.

Fin.

miércoles, 2 de marzo de 2005

Lecturas recomendadas


Esta es la recomendación del mes de una morena. Si queréis pasar un rato con Montalbano, recorriendo los bajos fondos de Vigàta de su mano investigando los más sucios trapicheos de la mafia siciliana, os va a gustar. No os cuento más, que sé lo que molesta que te destripen un libro. ¡Os advierto que engancha y que hay seis!.

La forma del agua.

martes, 1 de marzo de 2005

Relax facial


¡Oh, Dios mío! He tenido un efecto Matrix y hace unos minutos he podido sentir de golpe como un mundo aletargado de feminidad y cosméticos se ha abierto dentro de mí. ¡No puedo parar su despertar! Como una de esas cámaras que graban la naturaleza a marchas forzadas y consiguen enseñarte cómo se abre una flor en menos de 10 segundos, he sentido el azote del mundo que me espera.

Todo ha empezado porque se me ha ocurrido aplicarme en el pelo System Professional, línea de cuidado y tratamiento creada para solucionar cada problema del cabello y cuero cabelludo con la más alta calidad y tecnología. Y concretamente la Línea Amarilla: problema del cabello dañado, reseco y deshidratado. En 30 segundos, ¡qué sedosidad! ¡Qué brillo! ¡Qué porte, señoras y señores! Y además, con olor a rosas primorosas…

Así que me he propuesto abrir un nuevo apartado en este nuestro blog e ir colgando truquitos de belleza que vaya encontrando por la red. De momento, empecemos por lo básico, que parece ser una limpieza de cutis in extremis. No sé si dará resultado, pero me parece que seguir todos los pasos debe ser de lo más relajante. Quizás sea una buena excusa para dedicarnos un tiempecito en este mundo de locura y prisas…

Mascarilla paso a paso:

Utensilios y aperos de labranza requeridos para el proceso innegablemente necesario de meterle mano a esta piel abandonada todo este tiempo a la mano de Dios. Aplicación de lo que en principio parecía una simple mascarilla:


1- Agua
2- Crema limpiadora (acordarme de comprarla)
3- Exfoliador (¿pero esto qué es? Bueno, sea lo que sea, tengo que comprarlo)
4- Algodón
5- Tónico (jolines, ¡pues sí que empezamos bien!. Esto también tengo que comprarlo)
6- Tu mascarilla de belleza preferida (ver más abajo soluciones naturales frente a las mercantilistas).
7- Opcional manzanilla (una bolsita de te o una cucharadita de flores)
8- Toalla

Pasos a seguir una vez se haya hecho usted con todo el inventario:

1- Orden. El primer paso es poner todos los materiales necesarios en un solo lugar.
2- Vapor. Necesitaras vapor. Puedes poner a hervir agua y si quieres agregas la manzanilla.
3- Limpieza. Límpiate la cara con tu crema limpiadora. Después de la limpiadora usa abundante agua, preferiblemente tibia. Limpia el área de los ojos con un algodón y con limpiador especial para los ojos y con agua tibia.
4- Vapor. El agua debe de estar hirviendo, retira el agua del fuego siéntate junto a una mesa. Usa la tolla sobre la cabeza para evitar que el vapor se escape. Acércate al agua hasta una distancia en la que te sientas cómoda con la temperatura. Recibe el vapor por aproximadamente 10 minutos o hasta que el agua se enfrié.
5- Extracción. Si tienes acne no sigas este paso. Ahora que los poros están abiertos es el momento de extraer puntos negros y blancos (evita tocar los barros y espinillas). Examina tu cara si notas puntos negros o blancos presiona el área con la punta de los dedos (nunca uses las uñas). Si notas que la piel se esta poniendo rojiza detente.
6- Tónico. Con el algodón ponte tónico en la cara para cerrar los poros.
7- Exfoliante. Usa tu exfoliante preferido, si no tienes uno usa tu limpiadora con azúcar. Con la punta de los dedos y con movimiento circula siguiendo las líneas de los músculos (y siempre hacia arriba) aplícate el exfoliante. Usa agua para limpiar el exceso y tónico al final.
8- Mascarilla. Aplícate tu mascarilla favorita, con movimientos rotativos. Déjate la mascarilla de 10 a 15 minutos. Para obtener el máximo resultado de las mascarillas, debes relajarte mientras tengas la mascarilla puesta. Recuéstate, relájate y trata de escuchar el sonido de tu propio corazón y enfoca tu mente en pensamientos positivos. Escucha tu música favorita, cierra los ojos y olvídate del mundo. Deja que tu piel absorba los maravillosos ingredientes naturales. La mascarilla se quita con agua abundante y tónico al final.
9- Humectante. Aplícate tu humectante.
10- Crema de Ojos. Aplícate tu crema de ojos con movimientos muy delicados. Nunca hales la piel alrededor de los ojos, esta área es muy fina y los movimientos bruscos continuos a largo tiempo causan arrugas.
11- Tómate una taza de te de manzanilla o de otras hierbas después de la mascarilla, relájate unos minutos y disfruta de tu relax.

Mmmmmmm, suena bien. Con estos sencillos once pasos (y las toneladas de productos citados que váyase usted a saber qué puñetas son) y 30 minutos tendrás una experiencia placentera y estarás ayudando a tu piel. Comparte tu experiencia con otras amigas y cuéntanos como te va, Maruchi.


Mascarillas naturales


A continuación algunas recetas de mascarillas caseras, sencillas pero efectivas, que puedes hacer con ingredientes naturales. Las siguientes mascarillas son apropiadas para todo todo tipo de piel, pero algunas benefician a unos tipos más que a otros. Si la consistencia de la mezcla de la pulpa de las frutas no es suficientemente cohesiva para aplicarla sobre la cara, agrega una cucharadita de harina de trigo o de avena.

Piel Seca: Patatas y aceite de oliva
Suena a receta de cocina pero los nutrientes del aceite oliva y las patatas ayudan a humectar la piel.
Ingredientes:
1 cucharada de patata rayada1 cucharadita de aceite de oliva ligero½ cucharadita de yogur sin sabor
Procedimiento:
Mezclar los ingredientes y aplicar la mezcla sobre la piel limpia. Dejar en el rostro por más menos 15 minutos. Si tienes la piel agrietada debido a la sequedad elimina el yogur. Si prefieres puedes sustituir la patata por plátano.

Piel Normal: Melocotón y Miel
Es una mascarilla humectante y llena de ingredientes que nutren y protegen la piel.
Ingredientes:
1 cucharadita de miel de abeja1 cucharadita de melocotón rayado o aceite de hueso de melocotón1 cucharadita de aceite de almendra (opcional) 1 gota de aceite esencial de lavanda, palmarosa o rosa (opcional)
Procedimiento:
Mezclar los ingredientes y aplicar la mezcla sobre la piel limpia. Dejar en el rostro por más o menos 15 minutos.

Piel Grasa: Papaya y Árbol de Té
Nutre la piel grasa y la humecta sin producir brotes al mismo tiempo que la limpia y elimina células muertas e impurezas.
Ingredientes:
2 cucharadas de pulpa de papaya 1 gota de aceite esencial de árbol de té (opcional)
Procedimiento:
Mezclar los ingredientes y aplicar la mezcla sobre la piel limpia. Dejar en el rostro por más menos 10 minutos.

El asombroso descubrimiento del día

Acabo de enterarme de que la palabra VELCRO viene de una marca registrada, y que es un acrónimo de dos palabras francesas: velours (terciopelo) y crochet (gancho)… increíble...vamos, ya se le veía un poco el plumero de marca, como a los Kleenex, pero bueno.

Todo este descubrimiento es fruto de las indagaciones que he llevado a cabo al ir a escribir esta tontería:

Los milagros del velcro:
Acabo de ver a un tipo, francés seguramente, andando rápido en bici con una boina de medio lado…

Las fuentes del saber son inescrutables.

Sueños de guisante III

Es curioso esto de los sueños, tu mente tan pronto te deja claro una noche que tienes la seguridad en ti misma de una larva, con escenas en las que vestida sólo con bragas de cuello alto estás de vuelta en el instituto, como te regala la sensación de ser la reina del mundo con superpoderes y todo…
Hoy, por ejemplo he soñado que podía mover cosas con la mente. Es uno de mis sueños favoritos, junto con el de volar, aunque este último está mucho más visto.
Lo único malo de mover las cosas cerebralmente es que cansa mucho. Según mi experiencia onírica uno tiene que orientar la fuerza mental como en un chorro y dirigirla hacia las cosas, y éstas poco a poco se mueven. Debo confesar que he probado a hacerlo y no funciona, vosotros podéis probar si queréis (cuidado con los dolores de cabeza).
Y la verdad es que hoy, al intentarlo, me sentía a priori un poco escéptica, por que no es la primera vez que no me funciona. En el colegio estaba convencida de que todo era cuestión de perseverancia, que si nadie lo había logrado antes es porque no lo había intentado lo suficiente, y ahí me pasaba yo las horas, intentando mover el lápiz con la mente… en vez de moverlo con la mano, claro y luego... a pedir prestados los apuntes.

Ergonomia trabajo mesa


Tengo el culo plano, me duele la espalda, mis piernas ya no viven en mi... Esto del ordenador me está matando y las cañas, el salir con los amigos y el irse los fines de semana de picos pardos ya no me vuelven a colocar las bisagras como antes, como cuando tenía 20 años y hablaba de corrido. Tengo que re-educarme en la postura. Y nadar, nadar y nadar.

Guisante, he encontrado esta imagen que nos puede orientar en nuestro camino. Hay que conseguir imitar al señor del dibujo. Además, te vuelves sideral y te pones blanco y te salen mogollón de flechas hacia fuera con anotaciones.

Para más información, ver la página:
http://www.docum.com/tekno/

Ergonomía en el puesto de trabajo.

Los 10 principios de la vida


Hoy me ha dado por colgar uno de estos mails impersonales que me llegan de amigos y cadenas varias de estas extrañas que se forman en la red. No suelen hacerme mucha gracia pero hoy debo estar con el humor a flor de piel y me he reído y todo. Así que me he dicho, ¿por qué no, si el blog es nuestro y ponemos lo que queremos?

1.- Si usted todavía no encontró la persona ideal...¡¡¡diviértase con la que tiene a mano!!!.
2.- Si un día la vida le da la espalda...¡¡¡tóquele el culo!!!.
3.- Los psiquiatras dicen que una de cada cuatro personas tiene alguna deficiencia mental. Si está con tres amigos y no nota nada raro, entonces... ¡¡¡el retrasado es usted!!!.
4.- Lo duro no es aguantar el peso de los cuernos... ¡¡¡sino mantener a la vaca!!!.
5.- Para lograr un objetivo es necesario soñar..., no pierda tiempo, mándelo todo a la mierda y... ¡¡¡váyase a dormir!!!.
6.- Si un día la mujer o el hombre que usted ama le es infiel, y usted está pensando en tirarse por una ventana, recuerde: usted tiene cuernos,...¡¡¡NO ALAS!!!.
7.- El sexo es como jugar al mus, si usted no tiene un buen compañero,...¡¡¡es mejor tener una buena mano!!!.
8.- Las mujeres "perdidas"... ¡¡¡son las más buscadas!!!.
9.- Si un día usted siente un gran vacío, ¡coma!... ¡¡¡es hambre !!!.
10.- ¿Qué semejanza hay entre una mujer embarazada, una tarta quemada y una cerveza congelada?...Que si la hubieses sacado antes, ¡¡¡jamás habría ocurrido!!!.

La vida es así de sencilla, no le busques enredos y diviértete.