martes, 1 de marzo de 2005

Sueños de guisante III

Es curioso esto de los sueños, tu mente tan pronto te deja claro una noche que tienes la seguridad en ti misma de una larva, con escenas en las que vestida sólo con bragas de cuello alto estás de vuelta en el instituto, como te regala la sensación de ser la reina del mundo con superpoderes y todo…
Hoy, por ejemplo he soñado que podía mover cosas con la mente. Es uno de mis sueños favoritos, junto con el de volar, aunque este último está mucho más visto.
Lo único malo de mover las cosas cerebralmente es que cansa mucho. Según mi experiencia onírica uno tiene que orientar la fuerza mental como en un chorro y dirigirla hacia las cosas, y éstas poco a poco se mueven. Debo confesar que he probado a hacerlo y no funciona, vosotros podéis probar si queréis (cuidado con los dolores de cabeza).
Y la verdad es que hoy, al intentarlo, me sentía a priori un poco escéptica, por que no es la primera vez que no me funciona. En el colegio estaba convencida de que todo era cuestión de perseverancia, que si nadie lo había logrado antes es porque no lo había intentado lo suficiente, y ahí me pasaba yo las horas, intentando mover el lápiz con la mente… en vez de moverlo con la mano, claro y luego... a pedir prestados los apuntes.

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