viernes, 25 de marzo de 2005

Lisboa otra vez


Cada viaje es un mundo, aunque vuelvas a la misma ciudad con poco tiempo de diferencia. Todas las cosas está ahí, tal y cómo estaban cuando tú estuviste la última vez pero tú eres distinta, o te enfrentas a las mismas desde una perspectiva diferente.

Lisboa es una ciudad que me encanta. Me gusta la forma que tiene y cómo se ordena la realidad en esa ciudad. Es agradable para pasear, es fácil de descubrir. No es de esas ciudades que te repelen, que te escupen hacia fuera por mucho que te gusten, sino que se deja conocer tranquilamente sin oponer resistencia. Está ahí quieta, mirando tranquilamente al mar, y por eso hay veces que te da la sensación de que está un poco triste. ¿Qué le pasará?

Esta vez he ido a Lisboa con dos amigas y nos lo hemos pasado en grande. Ahora tenemos muchas aventuras que contar, de esas que llenan las vidas de las personas. Cuando tienes tu vida llena, eres alguien.

En esta foto estamos las tres muy contentas después de haber comido estupendamente en un bar de portugueses muy simpáticos. Luego, el camarero se empeñó en hacernos una foto a las tres debajo del cuadro y él nos dijo dónde teníamos que colocarnos, para lo cual aprovechó para tocarme disimuladamente una teta el muy listo.

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