jueves, 13 de octubre de 2005

El Club Dumas


Ay, veo que mi Guisante no pone nada en el blog. Supongo que está atacando a la tesis con todas sus fuerzas y terminando el resumen como loca. Siento un peso sobre los hombros y la responsabilidad de sacar adelante este sitio cibernético sin anécdotas ni reflexiones en los bolsillos.

Así que voy a hacer una reseña literaria. Me estoy leyendo “El club Dumas” de Pérez Reverte. No había leído nada de este autor, por el simple e irracional hecho de que me caía mal de forma simple e irracional. Pero he superado mis miedos y estoy en ello.

Me gusta el libro. Me lo estoy pasando bien y pese a que reconozco, no sin sonrojo, que me he pasado por el forro alguna que otra página un tanto pedorra que a mi entender sobra, pues estoy enganchada. Un poco tufillo al” Código Da Vinci” o a la “Sombra del viento” todo junto pero, me da igual y dejo de lado las reflexiones comparativas para leerlo con gusto cuando lo cojo entre mis manos. Eso ya es bastante maravilloso.

No puedo obviar, queridos lectores que seguís las aventuras de esta página altamente interesante, que hace tiempo el Guisante y yo tuvimos un encontronazo literario protagonizado por ella, una acérrima defensora de “El Conde de Montecristo” y una servidora, inquebrantable ante la convicción de que dicho tocho no había por dónde cogerlo si no era para usarlo con fines poco literarios, como calzar una mesa muy coja o impedir el cierre de una puerta por el viento. También es posible utilizarlo para encender una lumbre en caso de emergencia.

Pero bueno, como una humilde aprendiz que soy, palurda confesada ante la cultura global, reconozco que gracias a Pérez Reverte, al que antes odiaba, estoy viendo otra cara de “El Conde de Montecristo”, al que antes aborrecía. Lo que hace la información y la formación, fíjense ustedes. Ahora casi me entran ganas de leerme “Los tres mosqueteros” y me siento atrapada por el poder de Dumas y las inmensidades del folletín todo junto y de seguido. Sé que me arrepentiré en cuanto empiece a leerlo (no soy carne de folletín novelesco) pero el hecho de que aparezca un ápice de duda razonable en mi invencible opinión, es algo. Por eso, merece la recomendación.

2 comentarios:

Kiko, ese hombre. dijo...

Y no te dan ganas de irte a la feria del libro antiguo a pescar algo??

A mi me entró un ímpetu comprador horrible....

Anónimo dijo...

A mi tambien me cae como una piedra Perez Reberte pero quizas lea algo para salir de una fobia