martes, 20 de julio de 2010

¡La quiero!


O como diría mi amiga Cientodos, ¡la necesito! Lo que habría dado por tener una casa de muñecas así de pequeña... ¿O en realidad es lo que daría ahora por tenerla?

Para qué engañarnos. Cuando era pequeña era más de la Barbie y los rosas. En realidad, la que quiere esta casita de muñecas es la niña que llevo dentro (y no me refiero a Manuela). ¡Es tan mona! Puedes echarle un vistazo completo pinchando aquí.

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