jueves, 14 de septiembre de 2006

Frío, resfriado y ganas de ná!

Estoy leyendo la Ciudad de los Prodigios de Eduardo Mendoza y me deprime me deprime me deprime y ya está.

Ya sabía yo que este mundo era un asquito, pero tener 475 paginas de un tío sin escrúpulos como protagonista y espiar sus acciones noche tras noche me pone triste y me cabrea. Para ver lo descarnado que es el mundo me basta leer el periódico (si quiero que además de parecerme descarnado me de nauseas me basta con leer dos periódicos). En fin, ya me queda poco, sólo 50 páginas de sufrimiento más y cuando acabe quiero lanzarme en los brazos cálidos de un libro positivo y optimista. Lo tengo un poco chungo, claro, porque los libros que me esperan en la mesilla de noche no tienen pinta de ser la alegría de la huerta precisamente: El extranjero, de Camus, A sangre fría, de Capote... Quiero más libros de la familia Malausenne (de Daniel Pennac) o más Historia del amor, Morena, socorro!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que he mirado la lista de libros leídos en los últimos tres años y no me ha parecido que pudiera calificar ninguno de "positivo y optimista". Pero los hay que dan más ganas de vivir que el de la Ciudad de los prodigios -¿se llamaba Onofre?-.
Y es que hay poco final feliz, la verdad. Lo más cerca que se me ocurre es La sombra del viento o el último de Paul Auster; incluso el de Saramago. Y ya los habrás leido.
Pero aunque no se ajuste a esos calificativos a mi me gustaron mucho y me hicieron sonreir, los dos de Unai Elorriaga: Un tranvía en SP y El pelo de Van Hofen.
Que se te pase el catarro.

El guisante pensante dijo...

Onofre, si, que tipejo...
Afortunadamente lo terminé ayer :-) hacía tiempo que no terminaba un libro en plan cuenta atrás: -uf, ya solo 19 páginas, ahora sólo 17, ya está casi, ya está casi... respira, respira.
Muchas gracias por las sugerencias, a ver que puedo encontrar por aquí.

Anónimo dijo...

Puedes dar un salto en tu lista de libros pendientes y pasar directamente a "A sangre fría" de Capote, que, aunque no se pueda calificar de positivo y optimista, te aseguro que con este, leerás cada vez más y más despacito para que te dure un poquito más y un poquito más...