lunes, 21 de agosto de 2006

Ayer me pasó algo inquietante

Paseaba yo con un amigo cerca de la medianoche por un lugar bastante tranquilo de Ginebra, cuando apareció un tipo de la nada, grande, bastante borracho y con un aire amenazador, que nos pidió un cigarro. No fumamos, perdón, le dijimos, y nos hubiésemos marchado si no hubiese sido por que él continuaba a mirarnos de manera extraña. ¿Sabéis qué? nos preguntó, mirándome sobre todo a mí, ¿Sabéis qué? repitió muy serio. Y yo ya sólo esperaba el momento en que algo muy malo iba a pasar, y me sentía como los gatos que miran fijamente a los coches antes de ser atropellados... “hay alguien que os ama mucho” dijo, y como vino se fue.

Y me quedé muy inquieta, como ganadora en un sorteo en el que perder era como que muy malo...

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