lunes, 24 de enero de 2005

Una lista de cosas nuevas

He decidido cambiar de vida, como mi amiga, el verdadero guisante pensante. Yo también quiero una vida nueva, con nuevos proyectos que me ayuden a ser mejor persona o bueno, mejor dicho, a quererme más (que falta me hace). Entonces, he pensado que voy a empezar a hacer cosas sanas y he confeccionado una lista que puede ser ampliable en un futuro pero que de momento, van a tener esta pinta:

­1.-Tengo que nadar. Porque me gusta mucho, porque luego cuando estoy en el agua soy feliz y me siento libre. Porque es un deporte que hago sola, yo conmigo misma. Y además se hace en silencio (más o menos) y a mi me encanta el silencio. Y porque tengo que cuidarme la espalda, pero esa es la parte gris que no me gusta de este punto de la lista y que voy a ignorarlo.

2.-­No voy a morderme los dos dedos que me destrozo cuando los nervios o las preocupaciones me llegan. Si fui capaz de dejar de morderme los otros ocho, esto tiene que ser chupado.

­3.-No voy a ponerme el chándal más de lo necesario. Es decir, que aunque trabaje en casa, voy a intentar estar medio decente y sobre todo, no bajar a la calle con cualquier cosa puesta por las tardes cuando quedo con mis amigos. Ya sé que estas cosas me dan igual y que soy capaz de plantarme en la discoteca más fashion de Madrid con las chanclas puestas, pero no se puede hacer más.

4.-Voy a seguir comiendo sano, porque tengo que adelgazar lo más posible por lo de la espalda. Pero esa razón no me gusta, así que digamos que voy a adelgazar porque quiero sentirme más guapa y ponerme algunos modeletes ahora que me voy a quietar el chándal (quien sabe, lo mismo hasta me da por enseñar algo, jaja).

­5.-Voy a intentar no perder las cosas y acordarme de todo. Esto no tengo aún exactamente planeado cómo voy a conseguirlo, pero ya veremos. Para los que bien me conocen, sabrán que va a ser una dura tarea.

He pensado que tipos de listas así he hecho miles en mi vida y que si verdaderamente quiero una vida nueva, tengo que introducir una novedad. Y se me ha ocurrido una de las buenas. Esta vez, si no consigo hacer algo de la lista de las cosas que me he propuesto no va a pasar nada. Es decir, que no me voy a enfadar conmigo misma ni a utilizar la excusa para automachacarme y esas cosas, sino que esta vez, si algo no me sale o no consigo sacar las fuerzas para no flaquear, no importará. Me diré que es normal que no pueda con todo y que, cuando uno se cae, no hay nada más que levantarse y empezar de nuevo. No está mal la idea.

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