martes, 9 de agosto de 2005

El viejo truco de la atracción de feria

Chico conoce a chica, se gustan, se van a vivir juntos, y, años más tarde, ella quiere ir a cenar a un restaurante japonés caro.
Qué hace el chico de nuestra historia?
El tiene un plan maligno: la lleva un rato antes de paseo, el momento es propicio, la ciudad está en fiesta, los enamorados y la juventud bacalaera se divierte en las atracciones de feria. Él pone esos ojos de Peter-Pan y pregunta ilusionado: subimos? mientras su dedo índice señala un horrible aparato de tortura con un elevado brazo giratorio que apresa varios ejes con sus garras.

Las garras levantan a la gente y la giran a toda velocidad en todas direcciones (yo estimo que en más de 4 dimensiones) haciendo que el estómago se introduzca e invada otras cavidades corporales y que el cerebro se golpee fuertemente contra todos los recovecos de la boveda craneana.

Ella no supo negarse.

Lo lamentó.

Gritó, durante 8 larguísimos minutos, insultos en varias lenguas (incluyendo el arameo pero excluyendo uno de los dialectos saami) a los manejadores de la máquina.

Se bajaron del aparato para caminar sólo unos metros hasta desfallecerse en un banco. Comida japonesa descartada.

La operación atracción de feria fue un rotundo éxito, pero ella, no es rencorosa pero quien se la hace se la paga, ella le tirará de los pelos de la nariz mientras duerme cuando él menos se lo espere...

1 comentario:

Kiko, ese hombre. dijo...

Te imagino como la niña del exorcista al lado del padre karras y se me ponen los pelos de punta.



Dicen los físicos que la cuarta dimensión es el tiempo, pero que existen hasta catorce en este universo.

Solo han puesto nombre a las cuatro primeras dimensiones, así que si te das mucha prisa y te vuelves a montar en el cacharrito, puedes nombrar las siguientes, hacerte famosa, ir a un congreso a japón y comerte allí la comida japonesa que andabas buscando.