miércoles, 25 de agosto de 2010

Ya está aqui el masaje.

Ya estoy de vuelta en casa después de unas vacaciones. Y ya me he metido en la loca rueda del último mes de embarazo, con todas sus consecuencias. Y eso que estoy como una rosa...

He comenzado bien descorchando la botella de la bienvenida al mundo real teniendo mi primera sesión de masaje de periné. Y no puedo resistir contar semejante experiencia en este blog porque sé que es una de las partes que más ansían conocer las espectadoras de este proceso de gestación que estoy viviendo. Va por ellas y siento compartir cosas tan íntimas con aquellos que no estéis preparados. Pero, ¡arriba la naturalidad!

Citando a una gran amiga, diré que para resumir y para que lo entendáis en pocas palabras, tengo ahora mismo el chichi hecho flecos. ¡Dios del amor hermoso! Creo que no me voy a recuperar de esto y no podré cerrar nunca más las piernecitas en mi vida, por no decir montar en bici.

Nada más llegar te tienes que despatarrar en paños menores en una camilla de fisioterapeuta. Esto, en el octavo mes de embarazo y con 34 años, con todas las revisiones médicas que llevas a tus espaldas, pues no es tan traumático. Pero sigue intimidando abrir tu flor de loto a una desconocida que sin más dilación, te introduce dos dedos lubricados pero con uñas largas en tus partes pudendas mientras comenta tranquilamente el menú del día o lo divertido que es que a todas las embarazadas nos de por colocar los armarios el último mes cuando estamos como un obús.

Y entonces, comienza la tortura, porque los dedos es lo de menos. Empieza a girar y a estirar ese músculo que por lo visto tenemos ahí abajo (efectuando en toda regla un conocido centrifugado de chichi y mal) tirando como si quisiera acabar con él en la mano y metiéndoselo en el bolso envuelto en papel albal. Tampoco lo habría notado porque después de un rato es un apéndice de caucho y se lo regalarías con alegría con tal de que parara.

Y venga para arriba y para abajo, y pellizcos y estiramientos. Y tú viendo pasar las menecillas de reloj lento, muy lento. Lentísimo de hecho. Intentando eso que hacemos todas que es relajar la zona en primera línea de guerra cuando sabemos que es una utopía que bien se merecería una canción de Silvio Rodríguez. Y respiras.

Y a todo esto, tu pareja está ahí situado en primera fila con la experta aprendiendo porque te lo tiene que hacer todos los días en tu casa. Sí, sí, sí, como os lo cuento. Todos los días durante diez minutos. Y entonces se ponen a hablar diciendo lo que no tiene y lo que tiene que hacer, con casos prácticos sobre la marcha con tu material reproductivo, mientras tú sudas la gota gorda intentando hacerte la maja y no llorando. En realidad, la masajista lo dice con palabras técnicas pero el objetivo es dejar la zona como el esparto y acabar erradicando de cuajo todas las terminaciones nerviosas que tiene mi músculo malherido. ¡Y eso que la primera sesión es la más light! Prefiero no pensar en la intensidad creciente de dolor que esto puede significar. Y además, entran en juego globos y pelotas que prometen de esta aventura algo sin igual de aquí a que esté en el potro de expulsión.

Por otro lado intuyo que quizás, si la masajista tuviera las uñas más cortas, esto habría sido más fácil y se habría reducido el raspado innecesario. Quizás ahora tendría mucosa. Espero que no tengan que hacerme una citología en 15 años porque ahí no queda material para nada. Todo me hace hasta pensar que las manos de carpintero de mi Picapino serán más agradables con su manicura bien hecha. También es que a él le puedo insultar con amor y claro, poner a parir a una desconocida pues me daba apuro...

Pero bueno, todo sea por un buen parto. Os iré contando porque hasta estas aventurillas las vives con alegría. ¿No venderán hormonas de estas que tengo por el cuerpo para después del embarazo? No estaría mal.

6 comentarios:

La Niña Graphics dijo...

(o_O)

(*_*)

Dori´s place dijo...

Me está doliendo hasta a mi, cuando lo leo! Pero que barbaridad!

barbarella dijo...

Que valor!!! ¿Ya tienes la zona mas relajada?

Oye, morena dijo...

Hija, ya le voy pillando el truquito y una se va haciendo a todo. Hoy me ha dicho que la próxima vez empezamos con los globos, no te digo más.

Dori´s place dijo...

Globos???? LUego podremos sacar dinero de ahí como en los cajeros si te pasamos la tarjeta??!!!!

barbarella dijo...

¿los globos los tienes que inflar tu? Esto parece clases de otra cosa..