martes, 7 de noviembre de 2006

Un despertador de verdad

Hoy ha sonado mi despertador, lo he apagado de manera totalmente inconsciente y he seguido durmiendo... esto sucede demasiado a menudo y ahora que parece que han terminado de dar golpes en la obra del piso de abajo, golpes que comenzaban a las 8 de la mañana impidiéndome seguir en los brazos de morfeo, puedo dormir tranquilamente hasta bien entrada la mañana, con lo que luego me toca quedarme en el instituto hasta las tantas...

¿Y la culpa de todo esto de quién es? Pues está claro, del despertador.

Mi despertador es inocente, se deja engañar fácilmente. Tiene dos botones, uno para que siga sonando cada 7 minutos y otro para que deje de sonar del todo. Y está claro que yo no debería darle al botón del silencio permanente si no tengo la intención real de levantarme, pero estamos hablando de alguien en proceso de despertarse, alguien que es capaz de todo por 5 minutos más...

Por ello quiero un despertador que no se deje engañar fácilmente. Señores ingenieros de despertadores, pónganse manos a la obra. El despertador debería permanecer siempre en el modo en el que toca la alarma cada 7 minutos, y resultar irritante de manera creciente: titi titi titi titi titi titi ... Para parar la tortura uno tendría que responder a un set de preguntas de dificultad creciente hasta demostrar que esta despierto de verdad de la buena. Algunas preguntas podrían ser:

¿Qué día es hoy?

¿Cuánto son 27 más 45?

¿La “N” va antes o después de la “L” en el abecedario?

¿Entre qué meses va “Marzo” en el calendario?

¿Dónde está tu pasaporte?

¿Dónde está la factura de la luz que hay que pagar mañana?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Un grupo de ingenieros de Sausalito ha dado con una fórmula que, si bien no es la solución definitiva, -dadas las dimensiones de algunas casas-, puede ayudar en ese trance doloroso:
tomar la medida del propio brazo y colocar el despertador unos centímetros más allá. O unos metros.

El guisante pensante dijo...

Has oido hablar del sonambulismo? hay gente tan incapaz de despertar que incluso es capaz de levantarse y apagar el despertador y luego no recordar nada... asustador...

Anónimo dijo...

Un grupo de ingenieros de Machachuches ha inventado un cepo que te atrapa la pierna, una vez que te has levantado para apagar el despertador ¡y no puedes volver a la cama!

El guisante pensante dijo...

Eso si que es trabajar por la humanidad! Cuando era más pequeña y no conseguía levantarme ni a palos mi padre me amenazaba con quitarme las mantas de golpe y arrojarme un vaso de agua fría... debo decir que esas tecnicas psicolgógicas, al menos puntualmente también pueden ser muy efectivas...

Anónimo dijo...

Esta bien.
Pues entonces, un grupo de ingenieros de Transilvania ha inventado un edredón tan mullido y tan calentito, que te lo echas sobre la cabeza ¡y no oyes el despertador!

Anónimo dijo...

Yo he probado todo tipo de truquis para que el despertador sea efectivo. El que mejor resultado me ha dado simpre, es ponerme en manos del servicio despertador de telefónica.
Suena el telefono en la otra punta del piso, y hasta que no lo coges no cesa el ringg ringgg.Mientras corres hacia él rodeado de tinieblas, te vas dando con los dedos gordos de los pies en los cantos de las patas de las sillas, marcos de puertas y trompazos frontales contra las paredes.Cuando por fin coges el auricular, despierto y politraumatizado una vocecilla de androide replicante te dice: "el servicio despertador de telefónica le desea buenos días.Bip bip bip bip.." Implacable.

La Niña Graphics dijo...

ostris, a mi me pasa lo mismo... que fuerte...
al parecer yo lo apago una y otra vez durante una hora... y soy yo porque al despertame veo que lo he hecho, pero si me dijeran que entra alguien en mi cuarto y lo apaga me lo creería!!
dice una amiga que tiene un novio enfermero que hay un estudio que dice que tenemos una enzima pachucha, la de despertarse, no se si será verdad, pero sería una buena excusa para ir tarde al trabajo:
-fernandez! llega tarde otra vez!!!
-perdone jefe, pero es la enzima que no se me levanta...