lunes, 27 de junio de 2005

Allá vamos, sin pensárnoslo dos veces, a meditar

Esta noche dormiremos en un templo budista a las afueras de Seul. Eso si conseguimos encontrarlo, claro, porque a pesar de tener ya unos rudimentarios conocimientos de Hangul, el alfabeto coreano, esta ciudad tiene unos 10 millones de habitantes en el centro y unos 20 contando con el extraradio, lo que la hace pelín confusa.
El monzón persiste, inasequible al desaliento y yo sin chanclas. La verdad es que eso es culpa mía porque ayer vi unas en un puesto en la calle perfectamente adaptadas al monzón, todas ellas de plástico rosa transparente y con un corazón en la parte del enpeine en el que se leía "Happy togheter" y no me las compré... ahora las consecuencias.
Yo me acabo de levantar y la perspectiva de comer algo no es del todo alagüeña, ya que aquí el desayuno es una versión pequeña, pero con más sopa, de la comida y la cena, así que tendremos que salir ahí fuera y enfrentarnos con el plato típico compuesto de guiso, kimchi (verduras ácidas con picante), sopa y arroz... y yo con estos pelos...
Ayer no reuní valor suficiente como para provar los gusanos de seda guisados que venden en cada esquina... soy una pera cobarde... pero os describiré su olor como lo hizo para mi A., un chico que conocí ayer: "es como el olor que desprendía la plancha cuando mi madre la limpiaba con vinagre", y es cierto...
Bueno, y ahora a desayunar y a buscar el templo.

domingo, 26 de junio de 2005

Boda con un toque personal


Este fin de semana me lo he pasado muy bien. Sobre todo porque el sábado me levanté y en el último momento decidí irme a una boda de un amigo de la familia. Sin previo aviso. Y cuando ya llavaba todo el día en Gredos y quedaba poco más de media hora para la ceremonia, me di cuenta de que me había dejando el traje en casa y que no tenía nada que ponerme salvo los vaqueros.

No os puedo ni describir las pintas que lleva una cuando se apaña una falda con un minichal de seda rosa y fucsia, se lo sujeta con un broche de libélulas y brillantes y le presta una amiga de su madre una blusa que llevaba de repuesto con transparencias y hombreras incluidas. De verdad, ya no puedo más con esta vida que llevo.

Antes de que me lo pidáis a gritos, ¡no tengo fotos!

Primeras impresiones de Corea

Al llegar a Corea mis primeras impresiones fueron digitales, como las del sobrino Yogurtu... no, no es verdad. Mis impresiones han sido buenas, pero el jetlag ha sido de ordago. Salimos a la una de la tarde de Paris, y tras diez horas de viaje llegamos a las 7 de la magnana a Seul... tremendo...como se come eso? pues acompagnado de fideos instantaneos en el avion. Ya en la ciudad y con amigos, he visitado un monton de templos como en un suegno, y cuando sentia que todo comenzaba a ser mas real ha llegado el monzon. Segun las previsiones va a llover de manera ininterrumpida durante las tres proximas semanas. Ya hemos comprado un paraguas tamagno familiar, pero es inutil, caen gotas tan gordas que al rebotar te mojan las piernas, y entonces te rindes, y te mojas, porque hace calorcito y tampoco pasa nada. Eso si, es aconsejable salir de casa con ropa mojable, que no destigna ni transparente las verguenzas, con chanclas de goma y con un impermeable para la mochila. El paraguas es opcional, aunque ayuda a defenderse en el rio de paraguas en que se convierten las calles. Ha sido un dia productivo, hemos montado en metro, comido cangrejo crudo con mucho picante, salido en la tele coreana dando nuestra opinion sobre la tortura y nos hemos mojado hasta la medula... magnana dormiremos en un templo budista, si el monzon lo permite. Mas aventuras proximamente."

viernes, 24 de junio de 2005

Viajar es un placer


Me gusta viajar. Pero viajar en todo su sentido amplio. Viajar y subirme por las montañas verticales de Vietnam o a correr por las laderas de Petra perseguida por miles de niños de ojos increíbles, pero también viajar por España. Y también, de vez en cuando, salir y viajar por Madrid. Es increíble lo que puede ofrecerte el mundo en cuanto sales por la puerta, sin necesidad de ir más lejos.

Ayer, por ejemplo, tuve que ir a recoger unos papeles a una gestoría y la chica que me atendió en la recepción llevaba el top más feo que he visto en mi vida. No sé si seré capaz de describir con tino esa joya de la moda de esta temporada de verano, pero voy a intentarlo porque quizás merezca la pena para fomentar la imaginación ente mis lectores.

Resulta que era un conjunto en dos partes yuxtapuestas, consistentes en una parte, digamos A, apretada y con funciones de fondo, y una parte llamémosla B, suelta y con un toque simpático-decorativo.

La parte A consistía en un mini trozo de tela rosa chicle pegada, de forma que dejaba la tripa y los hombros al aire. Además, llevaba un fruncido desde el canalillo hasta el ombligo, de modo que en la zona del escote, pues quedaba como en forma de corazón. El creador de semejante prenda parecía no haber reparado en tabúes y detalles de imaginación, y para amenizar el efecto reborde, le había puesto con ojo clínico, un encaje blanco de modo que añadiera belleza a la prenda como sólo él sabía dársela.

La parta B, era una tela suelta también rosa que se sujetaba al cuello y que caía en un escote amplio, en plan toga romana hasta el ombligo, dejando de este modo una parte de carne a la vista (podríamos llamarle una ventana para el michelín de la tripa) y luego corría a apretarse en la cintura. Bien ceñidito. Y no contento con eso, pues llevaba un broche de brillantes en el hombro derecho.

Hoy, he ido a hacerme el psicotécnico para renovar el carnet de conducir y cuando me han hecho pasar a la sala donde estaba el médico, he dudado de si el que me miraba con ojos penetrantes era una estatua de cera con fines desconocidos y formaba parte del mobiliario o una copia del cuerpo de Tutankamon post-embalsamado pre-vendaje. Pero cuando me ha hablado, he reconocido con asombro en él al erudito de la ciencia al mando del garirto y enseguida me he puesto a sus órdenes y he respondido a todas las preguntas de rigor sobre mi salud física, no sin miedo a que se me desarmara allí mismo en la consulta. ¿Esta gente no tiene jubilación?

En fin, que como decía antes, me encanta viajar. Quizás, llegados a este punto, una se pregunta si no tendrán razón los amigos de Kiko cuando afirman que no es necesario salir de España (dicho con orgullo patrio) para verlo todo. Aquí también hay montañas y mares y desiertos. Y una fauna autóctona que te ameniza los días que incluso piensas que serán los más aburridos de la semana.

jueves, 23 de junio de 2005

Azafata de congresos III


Todo tiene su recompensa en la vida. Estar de pié durante ocho horas con unos zapatos que hace que se te monte el juanete del dedo gordo con el callo del meñique y se te clave el tacón en todo el talón mientras las piernas te dan calambre por falta de actividad cerebral, merece la pena cuando el sufrimiento te permite ver a nuestra mismísima SAR, de modo que prácticamente puedes darle una colleja al rey a su paso por el pasillito de la sala (en parte porque tiene la cabeza muy grande y tentadora y en parte por haber organizado semejante sarao y necesitar azafatas de congresos para el evento). Sí, sí, como os lo cuento: al rey en persona, con su frenillo y sus perros escolta. Al rey, con su extraño andar y su dulce caminar.

Todo ocurrió cuando Paula y yo, por algún extraño artilugio de nuestra inteligencia, decidimos hacer bien nuestro trabajo y no perder el curro que, en estos momentos, nos da de comer. Denigrante curro, sí, pero remunerado. Así que hemos batido el top-hit de ranking de azafatismo y ahora nos hemos consagrado, con dos eventitos de nada, en unas veteranas del reparto de documentación, la retahíla constante de frases de forma automática mientras sonríes y el control de tarjetas identificativas a la entrada de auditorios. Ni más ni menos, ni menos ni más.

Así que nuestra jefa de azafatas decidió que no podía prescindir del dúo sacapuntas en este congreso tan importante en el que asistía la casa real, y para allá que fuimos la Pauli y yo el miércoles a desempeñar tamaña función laboral con nuestra ya conocida chaqueta verde eléctrico autofriccionante y el pañuelo dos aguas (que se me ocurrió meter en suavizante la noche anterior y que pasó a tomar por ello unas dimensiones de esponjosidad inesperadas que triplicaron su ya de por si enorme tamaño para mi desgracia. Era difícil de dominar semejante fiera, inerte pero corrupia).

Si ya en sí mismos, los congresos se han configurado en nuestra vida como un excelente campo de muestreo y ensayo de la variopinta fauna que camina por el globo, este fue ya de campeonato y la toma de datos ha sido altamente productiva. Para empezar, diremos que no os podéis imaginar el despliegue de medios que existe cuando un rey, véase Juan Carlos I, va a algún sitio público. Antes de que se haya bajado del coche, los miles de guardaespaldas llevan horas olfateando papeleras, chequeando a la peña, controlando horarios, dando órdenes… y el menor contratiempo, supone una crisis total que puede llegar a provocar paros cardiacos. El miércoles teníamos al frente a una copia mejorada de la teniente O’Neil y poco le faltó para rodar por la sala y reptar hasta su puesto con el walkie en la boca. Mucho me temo que llevaba machetes sujetos con la tira del tanga y que de habérsele caído un ojo en la sala, todos hubiéramos descubierto que en realidad, era toda acero y cables. ¡Menudo estrés de tía!

Nos pasamos toda la mañana pidiendo invitaciones a los asistentes, pidiéndoles que se sacaran los objetos metálicos de los bolsillos y cuando ya estaban todos dentro, nos colocaron al mando del puestecillo de libros gratuitos que regalaban los organizadores. ¡Ay, cuán mísera es el alma humana que, con sujetacorbatas de oro, rolex en la muñeca y pluma mont-blanc en el bolsillo de la chaqueta Ralph Lauren, nos empuja a pegarnos por aquello que no cuesta, pese a que la azafata te diga una y otra vez, que puedes dejar de meterle el codo en el ojo al gerente de cualquier multinacional o arrancarle los pelos al representante de importante compañía en España para adquirir un ejemplar de un libro caducado porque pueden bajarse de internet y además, si quieres, te lo envían a casa sin coste rellenando un formulario! Todo es inútil. La mezquindad no entiende de clases…

Pero bueno, lo pasamos estupendamente en el fondo y vimos al rey, que era lo importante y algo que no pasa todos los días. Una anécdota más que contar. Nos reímos un rato y luego, se nos saltaron como de costumbre las lágrimas camino de vuelta en el autobús rememorando la mañana y comentándoselo a mi madre en la comida cuando volvimos a casa. Ante todo, buen humor en la vida. Como me alegro de que Paula me acompañe en estos viajes porque sin ella, esto no sería ni la mitad de la mitad de soportable.

miércoles, 22 de junio de 2005

Luna lunera...

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Esta noche parece que hay que mirar a la luna, sobre todo cuando salga, hacia las diez y media de la noche. Será muy bonita y muy grande.

martes, 21 de junio de 2005

Hoy tampoco debería haberme levantado


Tampoco parece que hoy vaya a ser el día...

Son las 13:18 y ya he conseguido batir el Guiness del absurdo que rodea mi vida. Días como hoy, me hacen preguntarme una y otra vez, constantemente, si es que estoy acumulando el cupo de surrealismo que nos debería tocar a cada uno de los que me rodean o es que verdaderamente, estas cosas, sólo tienen que pasarme a mí y así queda escrito en mi destino.

Ayer me di cuenta de que esta mañana tenía cita para la declaración de la renta y que todavía no tenía en mi poder ninguno de los miles de documentos que hace falta presentar, empezando por un borrador de la declaración que tenía que haberme llegado a mi domicilio que jamás he recibido. Así que me levanto y voy corriendo a mi antiguo hogar por si hubiera llegado allí, aprovechando que me sé yo que el buzón anda medio tarumba y no cierra bien. He encontrado el borrador y me he ido a un bar a tomarme una coca-cola mientras lo observaba detenidamente. He llamado al teléfono de información de Hacienda para preguntar si podía presentarme con el borrador simplemente, dado que me parecía estupendo todo lo que en él se decía, y la chica me ha contestado que sí muy amablemente. Debería haber sospechado de tanta amabilidad, que normalmente, viene enmascarando una absoluta ignorancia.

Así que más contenta que unas castañuelas, me voy para el templo de la fiscalía española, pasándome antes por casa para recoger las tarjetas identificativas. Salgo y acercándome a la parada, veo que viene el autobús por la lejanía. Corro, campeona olímpica del deporte urbano, y lo cojo. Pero, ¡ay!, tengo que abandonar en vehículo a los 10 metros porque me he dejado la cartera en casa.

Subo a casa y la cartera no está. Ataque de pánico. Cojo el pasaporte por si las moscas. Noooooo, otra vez perdida la cartera no, por Dios. Voy corriendo al bar dónde me he bebido la coca-cola. La cartera no está. El único que está es el camarero borde que casi me ha incrustado la coca-cola en la cabeza minutos antes por haberle parecido una simple mortal. Ataque de pánico número 2 de la mañana. Voy a la tienda de una amiga, me deja dinero para un taxi, para acudir corriendo a mi cita con las obligaciones fiscales (ya no dan más citas). En el taxi, llamo a todas las centralitas habidas y por haber para anular tarjetas mientras me tambaleo en las curvas y sujeto el móvil con la oreja a la vez que tomo datos en una libreta. No es tan sencillo porque mi banco acaba de sufrir una fusión financiera y los datos no aparecen en pantalla y la chica, no para de pedirme datos que una normalmente lleva en la cartera y que intento hacerle entender que me han robado o he perdido. Le cuesta.

Llego a Hacienda. Espero una cola. La cola número 1 de la mañana. Me dan el papel que me da derecho legal a esperar la cola 2 de la mañana. A todo esto, sigo llamando al banco mientras pienso que cualquier caco debe estar sacando con mi VISA sus merecidas vacaciones al Caribe, no lo dudo. Me toca turno en una mesa. Le cuento mi caso y me dice, tan tranquilamente, que no pueden ayudarme a hacer la declaración porque A) soy autónoma y parece ser que además de no tener derecho a paro, contar con una elevada incertidumbre profesional y pagarnos nuestros gastos, tampoco tenemos derecho a que nos ayuden con la declaración y B) he vendido una casa y comprado otra y por ello, soy doble escoria de la sociedad y posiblemente, tenga que pagar cifras desorbitadas que nadie me había advertido. Ataque de pánico número 3 de la mañana. Como era de esperar, la chica de información de Hacienda no tenía ni idea de nada cuando la llamé por la mañana y ahora pago las consecuencias de tener a una inútil en un puesto público. Como era de esperar también, esto de evadir impuestos sólo pueden hacerlo los que tienen mucho, mucho. Pienso en los 100 € que tengo en la cuenta (no es coña) y en la letra de 800 que me entra la semana que viene. Y en el IVA de postre. Ataque de pánico número 4. ¿Es de perdedores llegado este momento llorar desesperadamente y sorber mocos en la vía pública? Me resisto, no obstante.

Salgo al borde del ataque de nervios. Llamo al banco otra vez a otro teléfono nuevo. Son las 12.30 y aún no he conseguido que me anulen la tarjeta y ni siquiera que me digan cuántas tengo. El caco debe estar ya haciendo las maletas, compradas para la ocasión de nuevo con mi VISA y planchando las camisas de flores para lucir palmito en las playas de arena fina. La chica, además, me dice que tengo que mandar un fax para anularlas, lo que no le parece incompatible con que esté en la calle y no tenga acceso a ningún aparato en el momento. He de reconocer, que la ladro un poco por teléfono. Pero sólo un poco.

Decido pasarme por una sucursal al lado de mi casa para sacar dinero con el pasaporte y cuando estoy allí, mi madre me llama para decirme que alguien ha encontrado mi cartera y la ha llevado a una dirección. Recapacito y me doy cuenta de que precisamente me la ha dejado en el banco en el que estoy. Esto sí que es surrealista. Así que me recojo mi cartera perdida por la mañana con todo dentro y me voy a casa, a escribir este post para desahogarme un poco.

lunes, 20 de junio de 2005

No es mi día


Hoy me han dado ganas de llorar. Todo me salía mal: no sé hacer la declaración de la renta, no me llega el borrador y no me lo dan, he perdido la cita por no organizarme, tengo hambre, he engordado, la encimera de mi nueva cocina me da dolores de cabeza, hace un calor espantoso, me quiero ir a la piscina, tengo que comprarme unos zapatos ortopédicos y por encima de todo, he desarrollado una infinita atracción sobre el pato laqueado al estilo pekinés. Lo que me faltaba.

Matrimonio católico


Me ha llegado este mail y me ha parecido sencillamente genial. Os lo pego para todos vosotros (por cierto, ¡que de tiempo hacía que no nos veíamos! rsc tiene razón, ¡incluso él nos saca delantera! Natalie, asidua lectora, ¡ya estamos de vuelta!).

Al hilo de la actual polémica en torno a la modificación de lalegislación española sobre los matrimonios y la postura de los católicos al respecto, me gustaría decir que:Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos.

Me parece una injusticia y un error tratar de impedírselo. El catolicismo no es una enfermedad; los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.

Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de carácter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a algunos. Pero esto, además de ser más una imagen pública ante los medios que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.

Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la Iglesia, algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen incrementará el número de matrimonios por «el qué dirán» o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio), incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias estructuradas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familas católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.

Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruin de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio y una familia es una familia.

Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente sobre el que espero que mi opinión no resulte demasiado radical: también estoy afavor de permitir que los católicos adopten hijos. Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de «¿Católicos que adoptan hijos?¡Esos niños podrían hacerse católicos!».Veo ese tipo de críticas y respondo: si bien es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor probabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás. Pese a las opiniones de algunos y a otros indicios, no hay pruebasevidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la idoneidad de los padres.

En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitírseles también a los católicos tanto el matrimonio como la adopción. Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.

sábado, 18 de junio de 2005

La llamada de la selva o el principio del fin

Hace poco comentaba con una amiga que, cuando te dan ganas de tener una planta, es el principio del fin, por que a esa planta le sigue otra planta, a las plantas se les acaba uniendo una mascota y hete aquí que miras a los niños por la calle y comienzas a pensar: ¡qué monos!
Mal, ante todo organización. Los niños cansan un montón. Pero también es verdad que son geniales, sobre todo si llevan algún gen tuyo. Si el gen egoista llama a tu puerta, uno quiere pasarse el tiempo haciendo algo para ser recordado para siempre, por tonto que sea. Yo prefiero que se acuerden de mi por ponerme los pantalones en la cabeza y unos calcetines en las orejas y caminar diciendo: bip bip, a que no se acuerden en absoluto. El afán de pasar a la posteridad... Lo peor es que ayer salió a relucir en una conversación que los niños no se acuerdan casi de nada de lo que pase antes de que tengan siete años... ay ay ay, cuanta energía estoy desperdiciando en explicar cómo nacen las mariposas, que los ombligos son como un timbre que suena distinto en cada persona, que también hay delfines que viven en el mar, a parte de los de las piscinas del zoo, etc.

Y lo peor es que ya tengo muchas plantas en casa, chan chan...

viernes, 10 de junio de 2005

Cosas que odio que echo de menos a la vez (o la vuelta a casa)

He aterrizado esta mañana en Barajas. Nos bajamos de ese autobús plano que lleva a las personas del avión al aeropuerto, se abren las puertas correderas de cristal del aeropuerto y ¡zas!, cola gigante.
Cola gigante y difusa para pasar la policía, larga larguísima y de una anchura de entre 4 y 10 personas. Llega otro autobús y las 50 personas de edad avanzada que desembarcan en la cola deciden que el final está en realidad en el medio y se cuelan por sus fueros. Respiro hondo. Todo el mundo habla por el móvil a voces, hace calor y la señora de atrás insiste en avanzar en la cola “de oído” y no para hasta que se choca con mi mochila a cada paso que damos.
En eso se abre otra ventanilla de la policía, la gente comienza a correr, pero de verdad, hacia la nueva cola, las señoras arrasan con sus maletas de rueditas todo lo que se pone a su paso. Los demás observamos, otros gritan :”qué se cuelan, jajaja” todos nos reímos.
Qué desorden, qué ruido, qué buen humor. Ya estoy de vuelta en casa.

jueves, 9 de junio de 2005

Ideas con relleno: Gimnasio eco-responsable

Llevo mucho tiempo dándole vueltas a una idea, y es la de hacer unos gimnasios en los que la energía gastada por las personas no se desperdicie, sino que se reinvierta en el gimnasio. Por ejemplo, las bicis estáticas, son unos generadores ¿no?, ¿por qué no almacenar esas pedaladas en forma de corriente eléctrica con la que alimentar las instalaciones? En fin, una tontería como otra cualquiera.

miércoles, 8 de junio de 2005

Azafata de congresos II


Oh, madre mía de mi vida, madredelamorhermoso. Resulta que ahora soy una azafata de congresos. Parece que Paula y yo les hemos deslumbrado con nuestros zapatitos de tacón rosa y nuestras sombras de ojos parpadeantes y ahora estamos en plantilla. ¡Dios! Pero desde luego, la experiencia ha merecido la pena, como era de esperar. ¡Qué risa! ¡Y eso que todavía no hemos empezado a trabajar!

La entrevista la verdad es que ha sido de lo más informal y nos hemos hecho las reviejas y las repipis con una naturalidad pasmosa, intentando no mirarnos en ningún momento a los ojos para no estallar en la risa histérica. Tanto es así que ahí mismo, sin darnos tiempo a respirar, ya me han enchufado un congreso dentro de dos findes del que no he sabido como escapar. Menos mal que estará lleno de ortodoncistas, guapos y atractivos, forrados hasta las cejas con su descapotable en la puerta, dispuestos a llevarme al infinito... Bueno, esta parte me la he inventado pero, ¡¿qué tiene de malo animarse de vez en cuando?!

Creía que con el uniforme del Subway que me encasqueté en Escocia había tocado fondo, pero hoy, la sombra amenazante del ridículo más absoluto se ha levantado de las cenizas y se ha vuelto a cernir sobre mi chepa. Sí señores, tengo uniforme y como todo uniforme, es de traaaaaaaacaaaaaaaaaaaaa. Y tengo a Paula para confirmarlo. Y lo peor de todo es que ante la mirada atónita de mi compañera de andanzas, me han hecho entrar en el baño y probarme el atuendo, que incluía una chaqueta verde eléctrico que canta 100% poliéster por todos lados y que como bien dice Paula, hay que evitar en todo momento la fricción de los brazos al andar porque es considerado material altamente auto-inflamable. Y además, lleva una especie de pañuelo a las dos aguas atado al cuello que haría las delicias de cualquier señora de.

Y lo peor de todo esto es que Paula, por alguna razón, se ha salvado la muy perra y se ha dedicado a sortear con soltura la situación mientras le lloraban los ojos de la risa mientras yo me paseaba por la ofi con la faldita de tubo con una señora persiguiéndome diciéndome lo monísima que estaba. ¡Si le ha salido curro de traducción y todo! ¿En qué momento me he perdido yo algo? ¿Cómo he acabado perdiendo la dignidad envuelta en un pañuelo de seda en colores pastel mientras ella se reía tranquilamente de la vida en la habitación de al lado con la jefa?...

Pero todo se andará, que hoy, cuando he llamado para confirmar que iba al congreso, me han dicho en puro ataque de éxtasis que cuentan con ella por si hay una baja y que está la primera de la lista. Jajajaja, si al final, nos lo pasamos bien y todo. Paula, ¡¡¡¡¡¡la chaquetita plateada que había en el armario de los uniformes puede ser nuestra!!!!!!!!!!

martes, 7 de junio de 2005

Azafata de congresos


Mañana tengo una entrevista de trabajo para hacerme azafata de congresos en mis ratos libres, para ganarme unas perrillas mientras en los no libres intento cambiar el mundo y salvar a la humanidad de una catástrofe ecológica. Resulta que tengo que vestirme de pija, que traducido al idioma oficial castellano significa vestirme bien, y mi armario se muestra raquítico en estos casos. No hay nada que sobresalga por su saber estar, sino que todo se puede doblar y meter en un cajón, lo cual indica claramente que no es prenda de glamour. Lo elegante, no sé si os habéis fijado, siempre es para colgar en percha, o eso parece. Me he probado unos zapatos de medio tacón de mi madre y una camiseta de tela brillante en la que voy a enchufarme un broche.

He quedado con Paula en casa para que venga a vestirse conmigo, que ella también va a probar suerte. Ya tuvimos que vivir esta situación cuando nos invitaron hace años a una confirmación de un amigo mío que vivía en La Moraleja, que después de decir que hacía la confirmación, no tiene apenas importancia. En esa ocasión, no sé por qué, al final salí de casa con un traje de chaqueta de una vecina, que era de una especie de toalla roja con botones negro con un ancla en dorado. Paula también iba de órdago, seguro, lo que pasa es que con el tiempo pues ya no me acuerdo. Lo peor además fue cuando llegamos y una tal Abigáil, nos dejó estupefactas con su traje con transparencias de encaje y zapatos de tacón de aguja.

Así que mañana hemos quedado aquí para pasarnos juntas la brocha, buscar los mejores trapitos para taparme los michelines a mí y los tatuajes a Paula y salir juntas hacia la peripecia del día que promete empezar con ataques de risa delante del espejo. Ya os contaré.

Ejercicio de agudeza visual, como los de Forges...

Adivine, en menos de 5 segundos, cual de estos dos coches nos ha prestado el taller mientras arreglaba el nuestro...



No es lo mismo

Des-fallecer que Re-sucitar

Perdiendo sex-appeal en menos que canta un periquito, digo un periquete, digo una cotorra...

Amigas, imaginad por un momento un hermoso ejemplar del género masculino. Metro ochenta al menos, rostro de dios inca con sus ojos rasgados y todo, moreno morenísimo, fuerte con sus pectorales y sus brazos torneados. Ahora imaginadlo en un bote de rafting en un río salvaje, remando con fuerza y dando órdenes como quien sabe que, el río es peligroso pero él puede domarlo (y todo esto con el neopreno puesto sólo hasta la cintura).
Bien, estaréis conmigo en que este chico tiene potencial, al menos para fantasías varias. Pues bien, imaginad ahora que estáis sentadas cerca de él en el bote (por pura casualidad, lo juro) y que él comienza a contar una historia de cuando estaba en un río peligrosísimo en Chile y fue supervaliente por que claro, él conoce la fuerza del agua, la intuye, la doma y entonces vino un rápido y parte de las cosas de la barca saltaron pero él las atrapó y bla bla bla, y enlaza esa historia con otra y con otra y con otra y todo el resto de la gente del bote está pasándoselo pipa en amena charla sobre cosas que no implican ríos ni coraje ni nada y este chico inasequible al desaliento: bla bla bla... con su barca él sólo, esta vez en un río peruano y en grave peligro... madremivida, qué chapa... pensé por un momento en aturdirlo de un golpe de remo, pero llevábamos casco...

lunes, 6 de junio de 2005

Latín, latón, porcelana y por teléfono


Estaba mirándome las bases para presentar el currículo a una beca en la UE y me ha sorprendido esto:

If any of the above-named documents are not written in one of the Community languages (see "The Official Community languages of the European Union" - please note that Latin is not a Community language), it is imperative to include a translation into one of the working languages of the Commission (English, French or German) with the copy of the document.

¿Hay alguien capaz de escribir todo lo que hay que presentar, que es mucho, en latín? ¡Madre mía, cómo está e patio y yo con estos pelos (en la cabeza y las piernas)! Estoy totalmente out. Estas nuevas generaciones me asustan. El otro día conocí a unos chicos que eran miembros de no sé qué asociación del Señor de los Anillos y entre ellos algunos hablan élfico y algo más que no me acuerdo. Escalofriante documento.

Dietas


Mi amiga el Guisante Pensante, dice que no se puede adelgazar si todos los días meriendas helado, y mucho menos si es de chocolate. Pero yo quiero decirle a mi Guisante que está equivocada, y a las pruebas me remito. Sigo estando rellenita (oye, ¿qué esperabais?), pero ya es otro cantar. Porque desde que volví de Escocia, de mi ya conocido por algunos periplo por el Subway, la pobreza y la cocina británica, me he quitado de encima muchos kilos con una super dieta que sigo. Tantos, que ahora soy medio persona y medio idiota solamente, estoy medio triste o medio contenta, me conozco solo apenas… pero es mucho mejor esto de estar medio vacía/medio llena, que nunca me gustaron los extremismos (aunque camine hacia ellos).
Y también puedo comer pizza y fabada si quiero y no necesito hacer filigranas con el huevo cocido ni malabarismos con la sopa de puerro.


¡¡¡Pero nunca se pueden comer napolitanas a la hora de la merienda!!! Si lo haces, se te sigue quedando el culo gordo, jajajajaja.

¡¡Por problemas técnicos estamos sin parte de las imágenes!!
Esperemos que pronto vuelvan a nosotras.

viernes, 3 de junio de 2005

Lencería de color


Me he comprado un sujetador de encaje rosa chicle que tiene además un lazo con perlas en el centro. Esto me lo he descubierto cuando estaba en el coche de mi hermana y me contemplaba yo misma maravillada mi escote putón verbenero multicolor. Estoy encantada de la vida con este paso hacia delante que he dado en el mundo de la corsetería. También me he comprado uno azul chillón de encaje a media copa, que para vuestra información es de esos que no te llegan prácticamente hasta el cuello, sino que dejan las carnes en volandas. Toma ya. Me va a dar tortícolis de tanto mirar para abajo sin parar de sorprenderme. Esto de adornar el envoltorio no es moco de pavo. Desde luego, adiós al algodón.

Este post es para contrarrestar el mal rollo de los señores de ahí abajo, a ver si es verdad que se les alegra la cara.

Otro post anticlerical

Pero me vais a dar la razón. Este hombre de la foto de aquí abajo:

ha elegido como nuevo arzobispo de Cracovia a este otro señor:

No se puede negar que ambos tienen que ensayar mucho pero mucho mucho sus sonrisas y sus miradas amables todavía...

Sir Brody


Esto va para las féminas: sí, chicas, la perfección masculina existe... ¡Ay por Dios!, qué cosas.

jueves, 2 de junio de 2005

Demasiada emoción junta...

Mañana sabré si la universidad me paga un viaje (a Australia) para un congreso o no.
El miércoles que viene sabré si me dan una beca para seguir investigando o no.
Y mientras tanto los referees siguen evaluando mi tesis a ver si me doctoran o no...

Y yo respiro hondo, intento pensar que lo importante es participar, que estando nerviosa no cambio nada y que por tanto puedo estar feliz y relajada y caminar por la vida con gafas de sol y sonrisa veraniega.

¡¡¡Pero no puedo!!!

Mi estómago va y viene, como el Imperio Asirio, y en el súper, ante el stand de huevos campestres, vuelvo a tener impulsos de comenzar a lanzárselos a la gente.

Ah! si pudiese volar como superman y acelerar el giro de la Tierra, adelantar los días, saberlo todo ya y luego retrasar los días otra vez... en fin, mejor que no, me darían demasiadas tentaciones de volver a tener 13 años y luego tendría que aprobar otra vez las matemáticas de primero de carrera y volver a escribir la tesis, nooooooooooooo.

El futuro está aquí


¡¡¡¡Ha nacido el Nuevo helado de chocolate belga light en el Häagen Dazs!!!! Eoeeeeee, oeeeee, oeeeeee, oeeeeeee, oeeeeeeeeeee, oeeeeeeeeeee…


Depende de las preguntas


Es curioso como dependiendo de las preguntas que te hagan, tu vida puede parecer un camino de rosas pletórico de salud o un demacre constante lleno de baches. Ayer, tuve que rellenar uno de esos cuestionarios de primera visita, que ya te preguntan en cualquier lugar vayas a lo que vayas, y me estaba sonando yo tan estupenda sin necesidad de mentir que ni siquiera me creía que fuera la que contestaba.

- ¿Edad?
- 28.
- ¿Alguna enfermedad grave?
- No.
- ¿Estás con algún tratamiento?
- Homeopatía
- ¿Fumas?
- No.
- ¿Alcohol?
- No.
- ¿Practicas deporte?
- Sí, Pilates.
- ¿Comes sano?
- Sí.

Se les olvidó preguntarme la parte fea de la vida, que es: ¿eres estable emocionalmente? No. ¿Comes sano pero de vez en cuando haces que las acciones de Häagen Dazs suban en picado en una tarde? Sí. ¿Lleva suficiente tiempo contigo esa lorza como para que la consideremos perenne? Sí, y esta otra también. ¿Te propones objetivos que jamás alcanzas? Sí. ¿Cuándo el profesor de Pilates te sube una pierna o te hace retorcerte, te crees morir? Sí. ¿Vas a hacer los ejercicios que te mande en casa? No, a no ser que se puedan hacer dormida y sin esfuerzo.

En fin…

miércoles, 1 de junio de 2005

¡No quiero iiiiiiiiiir!

Sonará el despertador a las 7, y parecerá una pesadilla, pero será peor aún cuando me de cuenta de que es domingo y de que sí, me tengo que levantar.
No será la primera vez en la noche, las cervezas que habré tomado en la víspera, pese a que sabía que no debía hacerlo, me habrán hecho levantarme 7 veces a lo largo del corto periodo de sueño, puesto que, como guisante, tengo una vejiga urinaria anatómicamente más pequeña que la media.
Prepararé medio dormida un sándwich pequeño y uno grande, por que así dicen las instrucciones.
Me vestiré, farfullaré, odiaré el mundo 32 veces, cogeré la mochila y al coche.
El coche me conducirá a un río.
El mundo es horrible y por tanto a las 8, cuando hace frío, me tendré que poner el bañador, que es más pequeño de lo que corresponde a mi talla y peso y por tanto me aprieta en las peores partes, y encima un traje de neopreno frío y mojado.
Para ese entonces creo que ya me habré comido el sándwich pequeño, lo que será apreciado por todos gracias al denigrante neopreno.
Nos subiremos, otros madrugadores resacosos neoprenados y yo, a una barca hinchable y comenzaremos a remar río abajo. ¿Por qué me he apuntado a esa salida de rafting, por que? Al menos tendré un remo con el que podré pegarle a los demás...

Bodas y banquetes


¡Oh, Dios!, me toca ir de boda. Me toca salir a comprarme un traje, con su falda- pantalón. Un pantalón-falda-traje. Con su camisita y su canesú. Camisita-traje-pantalón-canesú. Y con los tacones, que nunca te pones. Y enróllate el fular. Ponte a caminar. Si eres valiente, sonríe a la gente. Me he comido una uña y no me podré pintar de granate. Bueno, dos. La inapetencia me puede y ni siquiera tengo bolso a juego para guardarla. Un bolso que vaya con los pendientes que cuelgan de su inexistencia actual. Necesito un kit boda.