He decidido cambiar de vida, como mi amiga, el verdadero guisante pensante. Yo también quiero una vida nueva, con nuevos proyectos que me ayuden a ser mejor persona o bueno, mejor dicho, a quererme más (que falta me hace). Entonces, he pensado que voy a empezar a hacer cosas sanas y he confeccionado una lista que puede ser ampliable en un futuro pero que de momento, van a tener esta pinta:
1.-Tengo que nadar. Porque me gusta mucho, porque luego cuando estoy en el agua soy feliz y me siento libre. Porque es un deporte que hago sola, yo conmigo misma. Y además se hace en silencio (más o menos) y a mi me encanta el silencio. Y porque tengo que cuidarme la espalda, pero esa es la parte gris que no me gusta de este punto de la lista y que voy a ignorarlo.
2.-No voy a morderme los dos dedos que me destrozo cuando los nervios o las preocupaciones me llegan. Si fui capaz de dejar de morderme los otros ocho, esto tiene que ser chupado.
3.-No voy a ponerme el chándal más de lo necesario. Es decir, que aunque trabaje en casa, voy a intentar estar medio decente y sobre todo, no bajar a la calle con cualquier cosa puesta por las tardes cuando quedo con mis amigos. Ya sé que estas cosas me dan igual y que soy capaz de plantarme en la discoteca más fashion de Madrid con las chanclas puestas, pero no se puede hacer más.
4.-Voy a seguir comiendo sano, porque tengo que adelgazar lo más posible por lo de la espalda. Pero esa razón no me gusta, así que digamos que voy a adelgazar porque quiero sentirme más guapa y ponerme algunos modeletes ahora que me voy a quietar el chándal (quien sabe, lo mismo hasta me da por enseñar algo, jaja).
5.-Voy a intentar no perder las cosas y acordarme de todo. Esto no tengo aún exactamente planeado cómo voy a conseguirlo, pero ya veremos. Para los que bien me conocen, sabrán que va a ser una dura tarea.
He pensado que tipos de listas así he hecho miles en mi vida y que si verdaderamente quiero una vida nueva, tengo que introducir una novedad. Y se me ha ocurrido una de las buenas. Esta vez, si no consigo hacer algo de la lista de las cosas que me he propuesto no va a pasar nada. Es decir, que no me voy a enfadar conmigo misma ni a utilizar la excusa para automachacarme y esas cosas, sino que esta vez, si algo no me sale o no consigo sacar las fuerzas para no flaquear, no importará. Me diré que es normal que no pueda con todo y que, cuando uno se cae, no hay nada más que levantarse y empezar de nuevo. No está mal la idea.
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