Eso me dijo ayer una individua, que de aquí en adelante llamaremos “la entupida” para mantener su anonimato, al venir a ver mi apartamento.
“La estúpida” me llamó tres veces por teléfono antes de venir porque:
- no podía venir el martes (día que he fijado para las visitas para no tener siempre la casa llena de gente que camina y opina sobre cada detalle)
- no sabia dónde estaba la calle (ni aparentemente cómo mirar un mapa o qué era un mapa)
- había llegado demasiado pronto y en mi casa no había nadie
“La estúpida” no se disculpó por las numerosas molestias que me causó, quizá porque en casa de sus padres hay telefonista o algo...
Aparentemente la casa de los padres de “la estúpida” mide más de 28 metros cuadrados y a ella, su armario enorme y su cama con dosel no iban a caberle en mi cuarto. Y en fin, sí, mi casa es pequeña, incluso microminúscula lo admito, pero jolines, una tiene su orgullo, y ante el quinto “pero esto es pequeñíííísimo, es imposible vivir aquí” mi cerebro entendió: “la gente como tú conseguirá vivir aquí, pero la gente como yo, desde luego que nooo” y mis cotas de amabilidad cayeron en picado y prácticamente la puse de patitas en la calle con un: “en casa de los padres siempre se tiene más espacio, pero cuando uno tiene que pagarse el alquiler una misma la cosa cambia...” y casi en el acto me sentí terriblemente mayor y aleccionadora...
En fin, en el fondo es una pena que a “la estúpida” no le gustase el piso, creo que se llevaría estupendamente con mi vecina la-que-me-golpea-la-pared-cuando-me-cepillo-los-dientes.
2 comentarios:
buenisimo¡
jajaja
me encanta La Estupida, lo siento, jeje
La verdad es que uno se queja de lo que tiene, hasta que mira alrededor y ve lo horrible que es el sistema de alquiler por alli!
animo!!
y ya has buscado algo???
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