lunes, 29 de marzo de 2010

El punto y aparte


Mi compañero Doradas de Dora y yo hemos tenido una breve charla coloquio en la oficina sobre los signos de puntuación. La conclusión que podemos sacar hoy en titulares es que no sabemos cómo se utiliza el punto y aparte. Sabemos preguntarnos, exclamarnos, puntuarnos y darnos pausas de coma, pero no sabemos poner punto y aparte a nuestros textos.

Me ha dicho que buceando en la RAE ha encontrado varios consejos prácticos para incorporar este simpático signo de puntuacón en nuestras vidas. Pero no nos han convencido. A mi porque me parece que estéticamente quedan mal y tampoco hemos terminado de verlo claro, qué queréis que os diga. De momento seguimos siendo incompletos en este sentido.

Seguiremos investigando.

sábado, 27 de marzo de 2010

Creatividad


Ya sabéis de mi adicción al los blogs de decoración. Cuando veo la originalidad de la gente, me defiendo pensando que es que son personas que se aburren mogollón y que no saben qué hacer con su tiempo. Pero dejemos de engañarnos: yo también me aburro a menudo y la creatividad brilla por su ausencia en el PAU.

¿Serán las coordenadas del sitio que no son favorables al fluir de la energía?

El color llena una vida


Quiero hacer remodelaciones en la decoración de casa. Como estoy un poco así y a mi me va la marcha, es decir, que adoro el cambio, me temo que me va a dar por lo radical. Tanta pared y tanto blanco no puede ser bueno.

Así que como terapia, pienso llenar la casa de arcoiris. Espero que Piapino sepa entender la necesidad del momento y lo que se sufre con la ciclotimia...

jueves, 18 de marzo de 2010

Esto sí que es un broche de oro para la semana laboral

Ayer me hice un análisis de sangre, de esos que necesitan que te pinchen con una aguja de las que me quita el sueño. De las normales indoloras, vamos, pero que a mi me parecen enormes y enemigas.

Llevé la sangre puesta pero se me olvidó el tarro con el análisis de orina, básicamente porque no me había planteado que el test de fluidos corporales iba a ser tan completo. Por eso he vuelto hoy con mi tarro de pis amarillo.

Me pongo mi rebequita nueva rojo cereza que tantas ganas tenía de estrenar. Voy por la calle feliz camino del metro porque hoy es viernes o como si lo fuera. Llego al vagón y cuando me pongo el bolso en el regazo preparada para enfrascarme en mi lectura, me doy cuenta de que mi tarro de pis amarillo se ha abierto y que ahora me chorrea todo por la camisa, el abrigo y la silla de al lado (que limpio inmediatamente con un cleenex). Como bióloga debería saber que la orina siempre tiende a salir por el conducto más estrecho.

No quería estar ahí. Yo quería irme a mi casa. En el metro no se puede escarbar para meter la cabeza bajo tierra. No quería oler como un indigente por encima de mi carísima colonia de Dona Karan. No tan pronto... Ha sido un momento de 'esto es demasié' para las 7 de la mañana y voy a afrontarlo ignorando el hecho hasta que pueda hacer algo.

Llegada a Atocha, me he bajado, con un minicleenex que tenía de sobra ya un poco afectado por el pis, he limpiado como he podido y en un banco a la vista de todos el resto testimonial del bote. He tenido que ir todo el rato por la la calle con él en la mano en posición vertical. Lo he intentado hacer con dignidad, que he descubierto que se consigue pretendiendo aparentar que lo que haces es lo más normal del mundo. Menos mal que el pis seca rápido (no lo sabía hasta hoy) y cuando he llegado a la consulta ya no tenía la blusa ni el abrigo manchados (sobre el posible olor prefiero no reflexionar). He entregado la orina y me he ido a la oficina. Me he parado en el VIPS y ante la ausencia de una mejor oferta, me he comprado unas toallitas húmedas desmaquillantes con las que me he frotado y refrotado toda la ropa, las manos, el abrigo y todo lo que se me ocurría. Ahora debo oler muy pero que muy raro, pero de momento creo que disimulo.

Lo que está claro es que voy afrontando mejor con los años lo que me pasa. Que puedo reirme de mis pericias y que obviamente, hoy no me como las lentejas que tengo en el bolso por muy metidas en el tupper que estuvieran en el momento del fiasco. Y por supuesto, que los jefes me deberían rifar porque meada y vapuleada por la vida, aquí estoy en mi puesto de trabajo como un clavo y más contenta que unas castañuelas por el puente que me espera.

C'est la vie.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Otra vista



Todo se ve de otra forma con un simple cambio de perspectiva.

Y todo por el sol


Es que es llegar el sol y yo resplandezco. Que me sube una energía por los pies, que me hace mirar la cielo y ser feliz y sonreir. Y caminar como con pasos alegres.

Yo solo quiero tumbarme en la hierba con amigos, reirme un montón, irme de paseo, tomarme una horchata en una terraza, llevar los brazos al aire, poder descalzarme las sandalias donde quiera... y tener miles y miles de vacaciones en las que todo el rato luzca el sol.

La felicidad soleada, ¡es tan estupenda!

martes, 16 de marzo de 2010

Todo el mundo invitado

De tal palo tal astilla. ¿De dónde creéis que le viene la creatividad a la mejor fotógrafa del mundo?

No os lo perdáis, os lo recomiendo (y eso que no lo he visto):

Exposición Colectiva con las artistas

Adriana Exeni, Patricia Fridman y Ana Valenciano

8 al 18 de Abril 2010 - Inauguración: 20h jueves 8 de abril - Espacio 8. Madrid

Santa Ana 8 local 28005 Madrid

Tel. 615 22 98 75 / 606 39 73 18 info@espacio8.em | Espacio

jueves, 11 de marzo de 2010

Va de cocinar

Mola.

http://technicolorkitcheninenglish.blogspot.com/

si alguien hace algo, ¡que lo postee!

Gastronomía adictiva

Estoy convencida de que hay alimentos a los que les meten drogaína para hacernos adictos a ellos. A mi me pasa con:
  • El puré de patatas en copos, que me gusta espeso.
  • El hummus del Mercadona.
  • Las patatas con ali-oli.
  • El tomate Hida.
  • La coca-cola light, aunque la estoy dejando.
Y así no se puede vivir.

El iPod de mi padre

El otro día mi padre me dejó su iPod para hacer unas pruebas. Ayer me subí en el metro abarrotado con este cacharro en mi bolso y decidí aparcar la investigación lisboeta en la que estoy ahora mismo enfrascada para escuchar algo de música. Reconozco que casi nunca escucho música, aunque recientemente mi hermano me ha descubirto Spotify y algunos grupos y soy ya medio moderna. Estoy en ello, o eso creía.

Revisé la lista de grandes éxitos que tenía el iPod dentro y no me defraudó: Carina, Los Secretos, Los Bravos, Raphael... Parecían buenas opciones para una mañana cualquiera. Así que ni lo dudé y decidí arrancarme con un Victor Manuel y su "sólo pienso en tí" para retomar la cuesta del ánimo musical con algo de Los Brincos. Y de ahí, no paré de escalar en el repertorio musical de ensueño.

Ya decía yo que este iPod se escuchaba muy flojo, por más que subía el volumen. Y es que claro, cuando se me cayó uno de los cascos por un mal movimiento de brazo, ¡me di cuenta que los tenía mal puestos y que el iPod maldito estaba tronando a toda vela, amenizando con mi variadito musical a todo el vagón de metro! Y a la gente de dentro, obviamente.

¡Qué vergüenza! Aysssssss....