lunes, 27 de marzo de 2006

Cumpleaños


Hoy es el cumple de mi ahijada y de su madre. Y me voy a ir para allá a celebrarlo con ellas, porque una es mi amiga y la quiero mucho y la otra… es que se me cae la baba sólo de verla.

Este cumpleaños es además un puente entre mi vida y mi vida. Es un estrechamiento en el abismo y no es nada fácil. Dos placas tectónicas flotando a la deriva se encuentran y se chocan. Puede salir algo de magma o pueden surgir elevaciones con plegamientos raros como consecuencia del encuentro. También es verdad que ya todo el agua ha vuelto a su cauce, que las cosas se han calmado, pero siempre es difícil enfrentarse a las propias miserias. Cuando me toco las cicatrices de la mano o de la espalda, me da un poco de repelús. Lo mismo me pasa cuando me toco con la memoria las heridas de las tripas.

Y tengo miedo por mi compañero de viaje. No quiero que se disguste por el paisaje. No quiero que me sienta lejos. Así que me sentaré a su lado y le daré fuerte la mano. Para que no se suelte. Para que me cuente y no me deje sola, teniendo que adivinar lo que le pasa por la mente.

También es verdad que necesito tender una mano al pasado.

Curro nuevo, vida nueva


He empezado a currar en una oficina. Estoy muy feliz y parece que he conseguido por fin estabilizarme un poco mentalmente y definir mi rutina de una forma más clara. Ahora me levanto pronto (más que antes) y me voy a sentarme a una silla a hacer lo que me manden o a mirar al techo cuando me aburro. Las responsabilidades las comparto con otros y tengo un grupo de amigos de la ofi que se dedican a lo mismo que yo y que trabajan conmigo (o yo con ellos) en el mismo tema. Fuerte, fuerte. Y cuando llega la hora me voy. Y camino hacia mi casa y estoy “saliendo” del trabajo. Saliendo, ¿os dais cuenta? No voy a casa a hacer el informe tal ni me muevo de un sitio a otro. Salgo. Salgo del trabajo. Termino mi jornada. Y llego a mi casa en la que no he estado hace miles de horas. Y me alegro, porque eso significa que la jornada laboral acaba. Acaba… qué concepto más interesante… Y miro el ordenador y no me da remordimiento cuando me tumbo en el sofá. Fuera de la oficina, el trabajo no existe. ¡Es maravilloso!

Me he dado cuenta, en consecuencia, de lo mucho que me gusta el orden natural de las cosas y lo mucho que ayudan los límites imaginarios entre espacios del día: ahora trabajo, ahora no, ahora sí, ahora no… ¡Colosal!. Luego acabará por aburrirme, seguramente, pero no veáis lo que me coloca las ideas. Y eso que llevo sólo una semana. Y eso que soy de las responsables y no me es difícil imponerme mis propios horarios.

viernes, 24 de marzo de 2006

Guisante XX-XY

A veces me han venido con esa pregunta de: ¿si pudieses ser otra persona, quién querrías ser? Y yo la verdad es que sólo quiero ser yo, no me cambiaría por otra persona completamente diferente. Pero lo que sí me gustaría hacer es jugar un poco con pequeñas variaciones sobre el mismo tema, es decir, me gustaría vivir un poco UNA yo que fuese UN yo por un tiempo, ser hombre y explorar todo ese mundo desconocido. Explorarlo no sólo en el obvio plano fisiológico y saber qué se siente teniendo un pancho, etc., etc., sino también explorar todo el otro lado social, cultural, etc. (y hacerme trenzas en la barba, siiiii!!).

Las mujeres a menudo pensamos que lo tenemos más difícil en ciertas cosas por ser mujeres. Pero ¿es eso realmente cierto? Si yo fuese un tío y llevase la vida que llevo ¿los míos me comprenderían mejor? ¿Estaría mejor visto que viviese sola, diese cierta importancia a mi carrera (Run Lola, run!!!...), a mi libertad, no tuviese hijos ni estabilidad y saliese bastante por la noche? Quizá a falta de imperativo biológico la presión social sea menor, en plan: eres un tío, desde la invención del viagra los límites sólo los pone tu corazón (en el sentido fisiológico), hijos hasta los 100 años, se asume que ni cocinas ni planchas ni eres muy limpio con lo que no es tan grave que tu casa sea una pocilga (prejuicios, prejuicios, yo ni plancho ni soy limpia y soy una XX de los pies a la cabeza)... pero seguro que hay truco, seguro que aunque seas chico te machacan igual por cosas con las que a las chicas nos dejan tranquilas y que subestimamos... Yo quiero saber...

jueves, 23 de marzo de 2006

Francofoneces

No puedo evitarlo, me río sola cada vez que, escuchando la radio de música clásica, la locutora dice muy seria que ahora va a sonar esto y lo otro, tocado por la orquesta X, y “à la baguette” el director Y. Un día se me pasará, claro, y ya no me imaginaré al director agitando un bocadillo ante la orquesta, pero va a tener que pasar un tiempo largo...

miércoles, 22 de marzo de 2006

Cementerio de ciempiés

Desde hace algunos días se da un tremendo misterio en mi apartamento. Aparecen cadáveres de ciempiés en sitios inesperados. Nunca los veo vivos. Sólo encuentro sus cuerpos exangües, sin vida. Uno muerto en mi cuarto, cerca del radiador. Uno muerto en la cocina, cerca del fregadero. Uno muerto cerca del armario de la entrada...

Allí los encuentro yo, semienroscados, tendidos en el suelo de madera, sin signos aparentes de violencia o enfermedad. Y todos ellos secos, muy secos...

¿Será que mueren de eso, de sequedad?

¿Pero, dónde viven?

¿Se materializan espontáneamente en mi piso, provenientes de la dimensión ciempiés?

¿O será que mi casa es una especie de cementerio de ciempiés como los cementerios de elefantes de las películas de Trazan?

Debe de ser eso, parte de un ritual de profunda significación entomológica: Un ciempiés, sintiendo que su fin se avecina y que ha vivido una existencia plena se dispone a emprender su último viaje. Ordena sus pertenencias de ciempiés (calzado de verano por un lado, de invierno de otro), tira definitivamente los calcetines con agujeros y lega el resto, da unos consejos a los más jóvenes, se despide de los suyos y se pone en marcha hacia mi apartamento. Las fuerzas le flaquean pero sube hasta el quinto piso, poco a poco. Si tiene suerte y la agilidad suficiente, se cuela en el ascensor y ¡fuuuum! en un suspiro ya está arriba. Pasa por debajo de la puerta de entrada, escoge una habitación y una vez allí se acurruca junto a un radiador y se deja morir...

Y yo no sé qué se espera de mí, como sacerdotisa del templo de los ciempiés. Por ahora les voy dando sepultura en mis macetas o los fundo con la eternidad acuática vía WC...

lunes, 20 de marzo de 2006

¿?

¿Alicata bien un alicate?
¿Cuántas cosas tiene un tenedor?
¿Qué secretos le cuchichea el cuchillo a la cuchara?

miércoles, 15 de marzo de 2006

Amor dental en la oficina

El otro día entré en el baño y los pillé. Allí estaban los dos, besándose. Un tercero los observaba un poco apartado, con un aire de envidia. Ahora lo sé, el cepillo de dientes de mi compañero de despacho A tiene un affaire con el cepillo de dientes de mi compañero de despacho B. Se pasan el día en el vaso del lavabo, unidos en tierno abrazo fundiendo sus cerdas. Si eso no es amor, que venga dios y lo vea.

El mío solito, o quizá escandalizado, no se mete en esas cosas. Claro que ahora sé que me es infiel. El otro día mi compañero de despacho B, salió del baño con él en la mano, le había puesto pasta y todo y me explicaba nosequé enfáticamente y yo no conseguía escucharle, sino sólo seguir mi cepillo en su mano, como hipnotizada, mi cepillo agitado cual batuta. Tardé unos instantes en salir de mi catalepsia y encontrar las palabras en francés para decirle: “ese es mi cepillo”. ¡Qué rojo se puso! Y hablo de B, mi cepillo ni se inmutó, no tiene vergüenza, la prueba es que ayer estaba húmedo de nuevo y yo ni me había acercado a él… vamos a tener que hablar…

martes, 14 de marzo de 2006

Boleros y la raya del ojo…

Mis vecinos de abajo son la nostalgia personificada. Deben de ser argentinos o de algún país de Sudamérica, y pasan el tiempo hablando por teléfono con acento suave y escuchando boleros. Los boleros están bien, me hacen imaginar su apartamento con un papel de colores desteñidos ahora pero que fueron muy brillantes hace unas décadas y pensar en olores de comidas ricas. Anoche se juntaron con amigos y escucharon unos discos de Chavela Vargas, y yo me sentí transportada al cuerpo de una mujer sufridora de película de Almodóvar, con una vida dura, un pelucón y un maquillaje de los años 70. “-Ya estoy harta de ser buena”, le dije a la alfombra de mi cuarto, cual Carmen Maura despechada, y acto seguido me arrebujé un poco más en mi edredón y seguí leyendo mi libro de Pennac y comiendo chocolate.

lunes, 13 de marzo de 2006

¿Y por qué habría que tener miedo a mandar cartas de amor?

¡Vivan las cartas de amor! ¿Si tú no tienes miedo a abrir tu chaqueta en medio de la calle fría para que yo apoye mi cabeza en tu pecho calentito, por qué tendría yo que tener miedo de abrir para ti mi caja de pensamientos cursis…? Y me dejo llevar, pero con reticencias, y miro constantemente al cielo no vaya a ser que, como a Cirano, me caiga una viga en la cabeza justo cuando la tonta de su prima se desenamora del tonto del guaperas y se da cuenta de que aquellas cartas maravillosas se las escribía él y sólo él. Entonces ella súbitamente iluminada por tal revelación corre y corre hacia él y ¡paf! Desastre… comienzo a comprender porqué soy tan fatalista, jolines… Mejor nada de cartas de amor por el momento, y un buen casco.

Saturno come persona...

Estoy completamente enamorada de la manera de escribir de Daniel Pennac. Ya había leído hace tiempo “Comme un roman” y me había gustado bastante, pero ahora he comenzado la serie del Señor Malaussènne y ¡madremivida! El primero se titula en castellano “La felicidad de los ogros” y me tiene extasiada.

Además me siguen pasando coincidencias curiosas con Pennac. Resulta que este libro pertenece a una serie de unos cuantos, y yo una vez, en una librería, me compré sin saber el cuarto. Ya había leído unas buenas veinte páginas del mismo cuando un amigo me dijo que me detuviese de inmediato, que había que comenzar por “el de los ogros”. Todo esto sucedía en el cuarto de este amigo, que acababa de marcarse un pedazo de collage con cuadros de Goya, Velásquez, Durero y otros bichos de esos que viven en El Prado. Vi en su mural El Coloso de Goya y me acordé de Saturno devorando a sus hijos y de cuánto ese cuadro había impresionado a un sobrinito mío, que después de verlo no podía dejar de repetir: “Satudno come persona, Satudno come persona…” abriendo mucho sus ojos de niño de dos años. Le cuento la anécdota a mi amigo mientras vamos a la librería a comprar el tal libro de los ogros que va y tiene en su portada un niño pequeño con un perro mirando atónitos “Saturno devorando a sus hijos” de Goya…

viernes, 10 de marzo de 2006

Cita: 16 de enero 2006


Hoy he estrenado un calendario de Mario Benedetti que me regalaron por Reyes. Lo tenía guardado entre las cosas que me tengo que llevar a mi casa cuando me mude pero hoy lo he visto y me ha dado mucha pena la pérdida de días que me he permitido.

Así que me he dado un atracón de citas poéticas, he tirado días empapelados por los aires, y he decidido ir guardando unos cuantos para ver si me van inspirando posts croqueteros caramboleros. Estoy segura de que a una gran amiga mía le gustará al menos sonreír leyendo algunas de las líneas de nuestro amado y amadísimo ídolo. Eso hasta que lo podamos conocer en persona…

“(…) y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido (…)”


Cuando he leído esto, de repente, he sentido un gran alivio. Y eso es porque en el fondo, pese a que me encante irme y marcharme de aquí para allá, tan lejos como puedan mandarme las líneas aéreas o mis pasos, en realidad son animal de vuelta. Es decir, que para que me sienta libre y contenta mientras ando por el mundo, he de sentir que verdaderamente, tengo un sitio al que volver y en el que quedarme calladita unos días palpando la seguridad que me conforta un hogar.

Y el amor, tiene mucho que ver con eso, creo yo. Quizás esto sea una really, really lección de amor (happy). A mi me gusta ir por el mundo haciendo mis cosas y mi vida, sintiéndome independiente y con capacidad de hacer mucho (de hecho, mucho más de lo que hago). Me gusta tomar decisiones sobre mi futuro, sentirme libre, segura, arriesgarme, planificar… y me encanta saber que mientras ando por este mundo de incertidumbre, de errores que no me perdono, de tristezas, de dudas, de miedos, etc., (entre miles de cosas buenas), al final del día tengo un sitio para arrebujarme. Que ya no tengo que tragarme todo sola y ser más fuerte que nadie. Porque cuando no encuentro la razón o no me apetece buscarla (que esa es otra), en sus brazos, como dice Mario Benedetti, el mundo tiene sentido. El sentido que pierde a veces.

Hmmm, cuanto tiempo…

…hacía que no escuchaba RADIOGHETTO, la radio por Internet de los Skalariak que pasa eso, Ska, ska, ska (para variar, dirán algunos, lo juro que a veces escucho otras cosas :o) ). Horas y horas de ska y revisión de los datos de la tesis nos han unido para siempre. Pero chicos de skalariak, por favor, las letras de vuestras canciones hacedlas sólo en euskera, que en castellano no os riman ni a palos (aunque la música mola, eh…)

Estoy segura…

Acabo de hacerme un seguro para mi pisito nuevo.
No se porqué, instintivamente, he comenzado a tararear mentalmente el tema de “El Padrino” cuando el agente de seguros con su traje semibrillante me ha estrechado la mano.

En Suiza es obligatorio hacerse un seguro del hogar, así que no había escapatoria, es algo por lo que había que pasar, como las paperas, claro que al contrario que éstas, esto no te puede dejar estéril (espero).

Mi compañía es la única que asegura contra terremotos, puedo estar tranquila. ¡¡¡Qué vengan los movimientos sísmicos, a mí las ondas S y las ondas P!!! ¡Ja!

Y hay una parte de la póliza, que es la que me ha parecido más altamente mafiosa, según la cual la compañía renuncia a su derecho de llevarte a los tribunales si la culpa de lo que ha pasado es manifiestamente tuya. Pagas una cantidad al año y te quedas tranquila, como decía el muchacho del traje brillante, perilla decolorada y tono techno en el móvil, si por ejemplo no has puesto bien una maceta en la ventana y esta se cae y le parte la crisma a alguien. Tranquila, ellos pagan, no vienen con una citación judicial para darte en toda la parte gorda cuando intentas recuperarte del susto ¿Cómodo, no? Conviene, conviene, sobre todo porque la manera de medir lo que es o no tu culpa no se rige por un código escrito, no sigue unas reglas estrictas, según me explicaba el muchacho… vamos, que te la cargas fijo… ¡Ay ay ay! Mejor no ir al tribunal que he decidido no hacerme el seguro que me pagaria los abogados…

¿Y la decoración de las agencias de seguros? Es un tema extremamente complicado, imagino, entre no demasiado cutres, para que el cliente tenga la sensación de que la compañía es solvente, y no demasiado fastuosas, para que uno no se lleve la idea de que te sacan los cuartos de mala manera para gastarlos en lujos…

En fin… Me siento mucho más segura…

lunes, 6 de marzo de 2006

Moi-même

Cuatro trabajos que has tenido:

-Camarera en un servicio de catering, con mi vestidito blanco y negro y mis zapatitos y todo.
-Secretaria en una empresa de geotecnia, con un jefe pequeñito y cabreao que nunca pagaba las facturas de teléfono.
-Breve coqueteo con el mundo de los estudios de impacto ambiental.
-Dependienta en la ex-panadería de mi madre algún que otro verano.

Cuatro películas que puedo ver una y otra vez:

-Mujeres al borde de un ataque de nervios
-La vida de Brian
-El gran Lebowski
-Lo que el viento se llevó (sólo si es domingo por la tarde y llueve)

Cuatro lugares donde he vivido:

-Florencia (malvivido de día en sus calles llenas de turistas y sus restaurantes carísimos, bienvivido de noche recorriendo sus calles vacías, de luz amarilla de piedras viejas con mi bicicleta)
-Oulu (Finlandia) Un lugar en el que a menudo huele a coliflor (a causa de las fábricas de papel) pero en el que el frío hace que el cielo tenga una claridad terriblemente hermosa.
-Ginebra, pequeñita pero matona, que cada día me gusta más, con una vida asociativa de barrio que ya se quisieran otras muchas ciudades.
-Madrid… y qué decir de Madrid que no hayamos dicho ya… o que sí se haya dicho…

Cuatro programas que me gusta ver:

ABRAN PASO A LA INTEGRISTA: NO TENGO TELEEEEEEEEE!!!!

(pero cuando la tenía me gustaba ver:
-Fraisier
-Los Simpson
-Jajajaja, hubo un tiempo en el que me gustaba mucho “Saber y Ganar”… ese terrible espíritu de empollona que no me abandona...
-Caiga quien caiga con Wyomin y el maestro reverendo, antes de que lo quitaran "por falta de audiencia”

Cuatro lugares donde he vacacionado:

-Austria: Viena, donde podría vivir tan agustito...
-Marruecos: donde adoré el cielo de Marrakech por la noche, vomité hasta el infinito en Essaouira, me perdí en Fez y pasé un poco de miedo en Tánger…
-Paraguay: Un sitio con bastantes ex-nazis ejerciendo de honestos dueños de negocios y lujosos hoteles y clubes de tenis entre la miseria.
-Estonia: Tallinn, simplemente preciosa, Tartu nada mal tampoco. La vida es dulce una vez uno consigue a pronunciar bien “Õlu”, que significa, obviamente, cerveza.

Cuatro platos favoritos:

-Lasaña, en toda su extensión
-Pollo asado con arroz y frijoles negros
-Pulpo a la gallega
-Bonito con tomate

Cuatro sitios que visito a diario:

-Croquetas, para ver si alguien responsable trabaja en este blog
-www.reallyreallyhappy.blogspot.com
-www.ablogadela.blogspot.com
-La página de El País.

Cuatro lugares donde preferiría estar ahora:

-En mi cama con un buen libro y un café con leche.
-En el monasterio budista que visité en Corea este verano.
-En Oulu, paseando por el mar helado.
-El otro día se me ocurrió que me apetecería mucho estar en el Valhalla rodeada de vikingos y de valkirias trenzándome los cabellos y dándome cerveza o aguamiel o algo, pero luego me di cuenta de que para ello debía ser un vikingo muerto (o una valkiria de servicio) y ya no me gustó tanto la idea…

jueves, 2 de marzo de 2006

Sea lo que sea un Meme


Aquí va un Meme o algo así que me ha lanzado la niña desde http://cutandpastecrew.blogspot.com/. Vamos allá:

Cuatro trabajos que has tenido:
-Becaria en una fundación de medio ambiente.
-Ejecutiva agresiva sin serlo en una consultoría.
-Cocinera en cadena de sándwiches horripinentos en el extranjero.
-Autónoma en consultoría ambiental.

Cuatro Películas que puedo ver una y otra vez:
-No puedo decir ninguna. En todo caso podría citar las que he visto una y otra vez sin haber querido especialmente: Grease (como dice La Niña, no nos vamos a poner finas ahora) y La Princesa Prometida.

Cuatro lugares donde he vivido:
-Barcelona.
-Madrid.
-Dublín, Irlanda.
-Edimburgo, UK.

Cuatro programas que me gusta ver:
-CSI.
-El Telediario (excluyendo el de Telemadrid y el de Antena 3)
-Pasa Palabra
-A dos metros bajo tierra, pero hago trampas y las compro en video.

Cuatro lugares donde he vacacionado:
-Jordania.
-Cuba.
-Chile.
-Vietnam.

Cuatro platos favoritos:
-Albóndigas de mi madre.
-El dulce en casi todas sus formas y colores.
-La tortilla de patatas.
-La pasta.

Cuatro sitios que visitro a diario:
-Really, really happy/Días de Engracia/Las 3 Valenciano y familia
-yahoo.
-hotmail.
-gmail.

Cuatro lugares donde preferiría estar ahora:
-En un paisaje maravilloso.
-En un lugar exótico con un amigo autóctono.
-Una playa paradisíaca desierta con un hotelito de lujo y con mi gente.
-En la cima de un monte observando el mundo.

Cuatro víctimas para seguir el Meme:
-Mi querido Guisante Pensante
-Really, really happy.
-A la cuchipandi.
-A quien quiera seguirlo.

Y a tí que estás leyendo el post y sé que te apetece meterte en un marrón
cómo este…

Soy persona matutina


A mi me rinde mucho más por la mañana. Es cuando estoy más activa y cuando el cerebro me funciona mejor. Soy capaz de levantarme pronto y empezar a producir casi de seguido, sin pensármelo dos veces y sacando el máximo provecho de mi capacidad intelectual. Incluso mientras desayuno delante del ordenador, muchas mañanas he empezado ya a trabajar en documentos sesudos.

También me gusta la hora justo después de la comida. Como y sin pestañear, me siento delante del ordenador y le doy a la tecla que da gusto. No suelo dormir la siesta y no tengo necesidad tampoco de hacerlo (a no ser que me siente un ratito en el sofá, situación en la cual decaigo como una cebolla turgente puesta al fuego lento).

Pero no me pidas que produzca algo razonable a partir de las 18’00 horas. No doy de sí. No soy capaz de unir varios puntos con una sola línea. Tengo que estar bajo condiciones de estrés elevadas para que me consiga concentrar. Me duelen los músculos y demás. Quiero levantarme. Me apetece de repente fregar el suelo, hacer la cena, ordenar los armarios, quedar con amigos, dar una vuelta, salir a comprar…

Tampoco soy de las que aguanten mucho la noche. En ocasiones, sí, puedo estarme levantada de juerga hasta altas horas de la madrugada pero en general, me entra el sueño rápido y me apetece mucho mucho irme a la cama a dormir, para prepararme para el mañana estupendo que me espera.

Me dijeron unas amigas que es genético o algo así. Que no se puede luchar contra eso. A mi no me gusta vencerme a las evidencias y resignarme porque sí a lo que parece que es mi forma de ser. Mi forma de ser la defino yo cuando quiero y no es de ninguna forma hermética negada al cambio. Si me quiero quedar, pues hago un esfuerzo y ya está. Pero la verdad, es que me cuesta a horrores luchar contra los genes malditos.

miércoles, 1 de marzo de 2006

Chichi a gusto del consumidor

NOTA: este post puede dañar su sensibilidad. Contiene frases o conceptos que pueden bloquear su imaginación durante segundos. En caso de sobredosis informativa, respirar hondo y atar de firme a su imaginación, seguramente con tendencia a los altos vuelos.

Hoy me he hecho la depilación láser en mis partes pudendas y en las axilas. La verdad, es que aún estoy un poco aturdida con el resultado. Ahora sólo me falta bailar samba y ponerme morena al sol para ser una auténtica brasileña (las chicas me entenderán).

Una tarda en acostumbrarse a su cuerpo. Cada una de nuestras partes tiene una seña de identidad que nos hace reconocerla primero como nuestras y luego, diferentes a las de los demás. Mis manos son de una forma, mis mofletes de tal otra, tengo el pelo así y asá… y así soy yo. Toda esa suma de pequeños símbolos que me dan un perfil determinado y que me constituyen de alguna forma, mi identidad física.

Ahora, cuando miro para abajo, sinceramente os digo, reconozco un chichi que no es el mío. ¡Dios!, como a la gente que les ponen miembros de personas fallecidas. Es extraño. No lo conozco. Es un intruso en mi cuerpo. Lo vigilo de reojo un poco con recelo, no vaya a ser que me fagocite y encima huela a bacalao todo el día… Pichín, ¿dónde estás?

Puede que con esto del desarrollo de las células madre, pues a una le puedan en un determinado momento de su vida incrustar un chichi nuevo mucho más evolucionado que el que tenemos. Uno multiorgásmico desde el principio, sin ictioolores, con pelo pero sin sobrantes, agrandable mecánicamente para el parto, adaptable a hacer pis de pié y uno que no se pueda hacer flecos con el mal uso masculino. Con eso, de momento, me conformaba. Las demás características, seguro que las apuntan mejor los chicos (toma acto de fe).