miércoles, 13 de diciembre de 2006

Hoy parece un día normal. ¿Lo será?


Hola, mariposillas. Una vez más, me aburro soberanamente en la oficina y el reloj parece que va hacia atrás. Esto es, en vez de pasar el tiempo, pareciera que menguara y retrocediera de forma proporcional a mi aburrimiento. De esta manera, cuanto más me aburriere, más pareciere que faltare para salir, so pena de momentos puntuales de gracia con los que parece me otorgara el día.

Cuando me aburro pienso. Pero no en lineal, si no de forma concéntrica. Así, me da por deprimirme y es por ello por lo que hoy me encuentro en baja forma moral. Mis hormonas pueden influir en ello, quizás, por hallarse dispuestas a bombardearme en los próximos días con todo su regimiento de babas y supuraciones. No obstante, dados mis irregulares ciclos menstruales, todo ello se convierte en una incógnita que no puedo desvelar sin ayuda de superpoderes. Superpoderes que de más está decir que no poseo, pese a que puedo llegar a suplirlos con gracia y talento. No en días como hoy.

Esta tarde, además, la sola idea de tener que irme a chamuscar los pelos del chichi uno a uno con una máquina láser traída del mismísimo infierno, he de decir que no me reconforta. Menos mal que 15€ de crema anestésica prometen ser un buen billete hacia el país del "no-dolor", en el que yo pueda calmar mis nervios y no gritar a la dominatrix del puñetero láser improperios de cualquier orden y procedencia.

Mañana más.

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