jueves, 15 de junio de 2006

Inexorable y cíclicamente...

Las uñas de los pies y de las manos crecen y hay que cortarlas

Las plantas se van secando y hay que regarlas

La ropa, sucia, semi-limpia y limpia, en alegre confusión orgiástica, se amontona en una esquina de mi cuarto y hay que lavarla

La comida del frigo se acaba y hay que comprar más

Los platos se acumulan en el fregadero y hay que partirlos con un martillo y tirarlos a la basura...

Ay! Qué pereza...

Voy a dejarme crecer las garras, a cambiar mis plantas por cactus y a usar vestidos de pasta de hojaldre, por ejemplo, lo que resolvería los problemas de la comida que se acaba y de los platos por lavar (ya que estos pasarían a carecer de utilidad), aunque debería ir a comprar ropa comestible periódicamente...

1 comentario:

Kiko, ese hombre. dijo...

A mi los ciclos me gustan, me ayudan a situarme.

Los pequeños puntos preprogramados en mi agenda me dan seguridad. Yo siempre tengo que estar atado a algo por si el barco zozobra, aunque sea a un hilo de seda.