jueves, 7 de abril de 2005

El Planeta Rojo no es Marte...

Es China. Últimamente estoy conociendo algunos chinos, a parte de mis encuentros co-bibliotecarios con el chino tosedor, y me estoy dando cuenta de lo distintas que son nuestras referencias culturales. Sí, ya se que esto suena a perogrullada del tipo: "los chinos y nosotros somos diferentes" (Pensante et al. 2005), pero es verdad.

Ejemplo 1: Hace algún tiempo fui a comer un Kebab con mi amiga ZhenYi, oriunda de ShangHai... mientras esperábamos en la fila para pedir, ella se quedó mirando fijamente el supuesto certificado que asegura que toda la carne es halal y viene de Nueva Zelanda (certificado que misteriosamente parece una fotocopia de una fotocopia de una fotocopia de un certificado falso y que está presente en todos los sitios de kebab suizos). Ella lo miraba y lo remiraba así, torciendo la cabeza, hasta que al final me preguntó: -¿qué es eso?-, señalando las frases en árabe. Bien, se lo expliqué, y ella me aseguró que no había nunca visto nada antes escrito en árabe, como quien oye hablar de lo árabe por primera vez... Claro, pídele tú a un adolescente de Madrid que te reconozca el sánscrito... pues tampoco sería capaz, pero me resultó chocante.

Ejemplo 2: Ayer me encontraba yo en el recibidor de un gran edificio con su puerta automática correspondiente en la entrada. Muy pegadita a la puerta había una chica china, intentado salir. Tan pegadita tan pegadita que el sensor no la percibía... y ella avanzaba a tientas por la superficie con sus manos, como buscando un pomo o algo, a empujaba suavemente por aquí y por allá sin éxito. No pude evitar caminar decididamente hacia ella y pararme teatralmente frente al sensor y ¡zas! hacer que se abriera la puerta. Ella reculó un poco sorprendida, luego me miró, se puso roja y atravesó la puerta con una risita tímida.

También hay cosas de nuestra propia cultura que se nos olvidan. Le recomendaba yo a ZhenYi que leyese tebeos para aprender mejor francés, idioma que estudiamos juntas, y me explicó que no puede, por que por ahora sólo entiende las cosas escritas en minúscula... se nos olvida que en realidad tenemos dos versiones para cada letra...

Al final quizá los marcianos seamos nosotros...

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