martes, 26 de abril de 2005
Altibajones
Digo yo que la vida de todos estará definida por altibajones. Como lo está la mía. Que paso del triste malestar apático a la euforia descontrolada como una veleta que gira al viento que más sople. Y es un poco cansado, porque todavía no he descubierto el patrón de mi conducta, que me permitiría comprar kleenex cuando viera venir el chaparrón y sacar punta al perfilador de ojos cuando fuera a sentir que me como el mundo. Pero nunca sé nada. Nunca entiendo nada.
Ahora estoy súper contenta. Estoy en alti. Así que cojo mis cosas y me digo que voy a salir a respirar aire puro y a leer un libro en el parque. Pero salgo y de repente siento desinflarme y entro en la fase bajones. Y el sol me está torrando y en el retiro no hay más que yonkis. Pero cierro los ojos y un alti me entra hasta el cogote. Y hace un día buenísimo… y así continuamente. Hombre, esto es exagerando mucho pero es para ilustrar la conversación.
Lo único bueno es que estas cosas me pasan cuando estoy sola. Cuando analizo lo que siento y sólo me tengo a mí. Cuando estoy con más gente, normalmente estoy en alti, o eso aparento. Y es que la gente me anima. Y si estoy triste con gente es porque me pongo a analizar en conjunto a dónde voy, qué hago, qué le pasa a esta generación que estamos todos hechos un guiñapo… es más una sensación de globalidad que en nada se parece a lo que antes he explicado.
Doctor, ¿qué me pasa?
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