martes, 7 de febrero de 2006
Mini posts
Las cosas bonitas, sí que pueden pasar. Puede llegar un desconocido y hacerte un favor porque sí. Y un pintor, puede pintarte todo bien y cobrarte lo justo. Y un señor, puede donar una finca a una ONG que la gestione adecuadamente sin que haya trapicheos entre medias. Y alguien puede montar una empresa y tratar bien a sus empleados y confiar en ellos. Lo que pasa es que eso nos suena raro. Es una pena.
Hay anuncios absurdos en la tele. Os lo digo yo. Yo veo poco la tele –ahora más porque a mi pareja le gusta mucho y una se acopla- pero el mundillo anuncio me llama la atención. Ojo, que también cambio de canal en la publicidad, pero lo que quiero decir, es que los observo analíticamente. Y son absurdos. Más de lo que parecen a simple vista, así que imaginaos. Si alguien ha visto el anuncio del Toyota Yaris y a un patán moviendo las manos de forma indescriptible en una pantalla táctil, entenderá de qué hablo.
Este año, en Gran Hermano, han probado el experimento de mezclar a gente a la que yo considero normal con gente de esa que me hace pensar que el mundo, es mundo porque lleva la inercia de serlo. Debe ser duro estar encerrado en cuatro paredes con gente a la que no comprendes y a la que miras como si fueran marcianos. A mi, el verlo, me producía un poco de angustia. Ver cómo las personas normales, con su inteligencia y esas cosas que conlleva, tenían que lidiar con personajes con unos procesos de racionamiento (o ausencia del mismo) fuera de lo comprensible. ¿Cómo hacer entender a un tarugo de pan algo que no sea lo blanda que está la miga? Debía ser angustioso. A mi me da un poco de espanto pensar que una mañana, puedo levantarme ahí. Sin las piernas depiladas y sólo con minifaldas en la maleta.
Dentro de poco me mudo a mi casa. Ya tenía yo la sospecha de que las obras habían ido mal, lentas en su mayoría aplastante. Ahora, veo que en la obra ilegal que empezó hace porco y que vigilo desde mi puesto de trabajo (sin comentarios), ya están poniendo los cristales. Tener un modelo de referencia es un poco caca a veces. Un señor en esa obra se pasea ahora mismo por el tejado y comprueba las instalaciones de algo. Su compañero también se pasea por el tejado soleado. Parece que han terminado porque no les veo. ¡No, están escondidos detrás de unas chimeneas enormes! Quizás, pueda dedicarme a ser reportera de obras. Oh, oh… otro descubrimiento: he visto una escalera desde la ventana a la terraza ilegal que hay más abajo… ¿Serán los mismos dueños?
A lo mejor, es un señor que quiere hacer una cosa bonita porque sí y les ha dejado que entren a su casa a hacer pis o a beber algo. También pueden mirar la tele y comentar los anuncios, o dejarse hipnotizar por el baile marciano de las manos del actor y pensar en comprarse un Toyota Yaris con lo que saquen de esta obra. Si los viéramos en Gran Hermano, entenderíamos mucho de ladrillos y andamios.
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