Ayer, volviendo a casa, este Guisante se encontró sorpresivamente durmiendo en Francfort. Sorpresivamente porque su vuelo no pasaba inicialmente por ahí, pero dos conexiones perdidas y una noche de perros en Alemania hicieron posible que la duración del viaje se multiplicase por 3.
En fin, el caso es que lo que yo quería contar es que abrí los cajones de la mesilla, en busca de una biblia (cosa que hago desde que vi una peli, para ver si es verdad que hay biblias en los hoteles) y encontré un tomo del Nuevo Testamento y un libro de las enseñanzas de Budha... me quedé flipada. Pero claro, como ese es el hotel en el que meten a todas las personas que pierden conexiones, la intención oculta seguro que es que aprendamos a tomarnos la vida con calma. Yo me porté bien y no me llevé el libro.
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