Qué barbaridad, es imposible escribir así. Busco las causas de esta falta de cosas que decir y de ganas de decir lo poco que hay que decir de manera curiosa y creo que he dado con la clave. Me presiono para no disiparme, y claro, a fuerza de presionarme me vuelvo densa densa y así no hay quien escriba, nada despega, nada se deforma para parecerse a otra cosa, pocas palabras se emparejan con otras para bailar..., es una pena. Pero creo que a ratos vuelvo a fluctuar como antes, y hoy en medio de un pensamiento muy sesudo sobre la proliferación de ciertas poblaciones en relación con ciertos microorganismos, una frase rebelde ha tomado el poder por un microsegundo: "proliferación de profiteroles" y mmmm, qué ganas me han dado de comer tiramisú...
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