Yo soy una mujer de café. Café por la mañana, café después de comer, café trabajando, dibujando o leyendo.
Además una purista, con molinillo y todo...
Por aquellas injusticias de la vida, cada vez me altera más la cafeína así que si en mis años mozos podía pasárseme por la cabeza tomarme un té en los últimos años es que ni de coña. ¿Teína? ¡jamás! mis cotas de nerviosismo sólo merecen ser copadas con cafeína de la buena.
Y hete aquí que hoy, sin previo aviso va y después de comer me apetece un té... vivir para ver...
1 comentario:
Nos estaremos haciendo mayores...
A mi hoy me apetece comer pescado. Increíble pero cierto, sí señora.
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