sábado, 15 de octubre de 2005
Hogar, dulce hogar
Todavía queda tela marinera pero ya poco a poco, voy viendo la luz y mi casa va apareciendo entre las cenizas. Estoy pendiente del tipo del suelo, para que me lo lije y me lo barnice. Del cristalero, para que me ponga las mamparas del baño y los cristales de la cocina. De mi primo, para que me pida el lavabo y me mande al marmolista. Del fontanero, para que me ponga grifos y radiadores. Del de la puerta, para que me la arregle porque no abre bien.
En fin... que mi ilusión por verme allí algún día sigue expectante, preparada para eclosionar de un momento a otro. Me está siendo duro retenerla dentro y calmar a esa fiera.
Por cierto, espero veros a algunos de vosotros muy a menudo entre esas cautro paredes.
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1 comentario:
hombre, viento el nidito que te estas montando no dudes que iremos, niñaaaaaa
mola, a ver cuando voy o venis!
besets
PD: dicen que ya parezco de l´horta de picassssent
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