E.H.T
Ayer murió Eduardo Haro Tecglen. No soy una experta en su historia, tampoco una audaz seguidora de todos sus pasos. Ni siquiera una amiga íntima. Pero me apetece dedicarle un espacio mínimo, entre todo el universo de manifestaciones y expresiones de dolor, para desearle que esté bien allá dónde se haya ido. Un lugar calentito, cómodo, lleno de gente amable, de gente pensante… un lugar donde pueda decir lo que quiera y la gente, en vez de echarse las manos a la cabeza, aprenda de sus palabras.
Para más información, podéis visitar http://www.eduardoharotecglen.net/blog/.
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