Todo el mundo nada a mogollón. Es por ello que bastan 5 señoras recién salidas de la peluquería, nadando en batería, para que le sea imposible nadar a nadie más. Creo que algún alma caritativa debería decirles que nadar a braza, sin meter la cabeza y en animada charla es fatal para el lumbago. En cualquier caso no seré yo. Tengo pensado salpicarles o algo un día de estos, pero tengo miedo de que me acorralen en los vestuarios y me hagan comer sus bañadores de leopardo con hombreras...
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