Estoy leyendo un libro sobre árboles, que no es la juerga padre, pero que me gusta porque remueve los restos de bióloga que hay en mí. Habla, entre otras cosas, del origen de la célula vegetal y de cómo los cloroplastos, al igual que las mitocondrias, eran probablemente organismos independientes, que se integraron en algún momento en las células para quedarse.
Esta es una historia que ya conozco y que me gusta, porque pone un toque happyflower de cooperación en la vieja evocación de la naturaleza como algo cruel, con garras y colmillos. Pero de todos modos, releyendo esto no pude evitar imaginarme la cosa más bien así:
4 comentarios:
¡Es verdad, guisante! Estudiamos biología. Cada vez que me acuerdo...
También Ana Obregón chicas! Que suerte la vuestra! Besos
que golpe mas bajo jijijiji
Ja jaj ajajajajajajaajaj
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