Mi vecina me golpea en la pared con violencia cuando me lavo los dientes después de las 10 de la noche. Ella dice que hago mucho ruido, que uso demasiada agua, que subo las escaleras del edificio como una loca y que soy una maleducada... vino a chillármelo el otro día a la puerta de casa. Amenaza con llamar a la policía, y yo imagino a los cuerpos de intervención especial derribando de una patada la puerta de mi casa y confiscándome el cepillo de dientes, cerrando el grifo, y saltando por la ventana donde les espera un helicóptero. Ruido de aspas y el helicóptero desaparece en la noche: misión cumplida, el vecindario puede descansar tranquilo...
A mí siempre me asombra, para mal, claro, la capacidad que tiene la gente de auto-amargarse la vida (y de paso de amargármela a mi). Yo le deseo a esta vecina futuros vecinos que hagan ruido del bueno, como una madre con dos bebes que lloren toda la noche a pleno pulmón, alguien sonámbulo con pesadillas horribles de las que se despierte chillando y aullando o simplemente alguien que esté tan loco y aburrido como ella... qué pena...
2 comentarios:
Yo creo que si en vez de ser tu quien hace ruido fuese un negrazo de dos metros sicario de la mafia, tu vecina aguantaria callada la matraca.
Comprate un cepillo eléctrico, ponte botas militares para subir las escaleras....
Que no consiga amargarte. Que sus miedos y amarguras sean solo para ella.
como la energía cósmica, el karma y sus secuaces giran y regiran y tiran por que les toca, resulta que se han mudado unos vecinos nuevos al apartamento de debajo de la bruja piruja de mi vecina. Según testigos oculares (palabra que podría acortarse en "testiculares"??) se trata de individuos jóvenes con pinta maja... espero con ansia que sean adeptos de grupos como Panthera y que vuelvan loca a la malvada vecina por debajo mientras yo le doy caña con mi cepillo de dientes desde el costado...
Publicar un comentario