Jooooooooooooope… llevo un montón sin escribir nada. Sin dar señales de vida cósmica… Y eso que sigo existiendo. Si me hubiera esfumado, como el polvo sobre la estantería cuando lo atacas con Pronto, imaginaos lo que sería. Sería el colmo del desaparecimiento. Entonces, no sólo no aparecerían posts míos nuevos en la página, sino que se borrarían todos los posts anteriores que hubiera hecho. Una fatalidad. No por su calidad literaria, sino por lo anecdótico del asunto.
Bueno, estaría bien pensar que en todo este tiempo me ha dado por pensar. Pero no he pensado nada. Nada por lo menos digno de mención. Porque sí he pensado que a partir del año nuevo haré esto y aquello, pero eso es un rollo de explicar y no quiero aburriros tanto como me aburro yo a mi misma. Me conformo con mandaros el entusiasmo con el que me enfrento a mis nuevos objetivos (que se parecen mucho a los inconclusos que he ido arrastrando con los años) y la alegría que me produce tener una excusa para empezar con borrón y cuenta nueva, perdonándome todo lo que tendría que haber hecho el año pasado y por supuesto, ni empecé. Eso era porque yo era otra, hombre. La yo de ahora es una persona nueva. ¿No ves que empezamos de nuevo con el 1 del 1?
Sólo aprovecharé esta aparición para resaltar mi defensa a ultranza por la Navidad. ¡¡¡Me encantan estas fechas!!! Ya sé que hay gente por ahí que dice que son épocas de consumismo. Bagatelas. Ya sé que hay gente que dice por ahí que son épocas de hipocresía. Tonterías. Ya sé que hay gente que se empeña en decir que son unas fiestas mediatizadas del Corte Inglés. A todo eso le llamo yo demagogia. De la barata. De la que se consume. De la hipócrita. De la mediatizada.
La realidad de las cosas, toma la forma que uno quiera darles. Y me cansa enormemente, la gente taaaaaaaaan puritana que lucha contra la corriente a todas horas, contra las masas empobrecidas y aborregadas. Me aburren con su retórica. Me aburren con su filosofía. Me aburren con su incapacidad para disfrutar. ¡Disfrutemos todos, leñe! Que la vida son dos días y no espera a nadie.
Aprovecha para estar con la familia, o con la gente que quieres. Disfruta de la ilusión con la que lo viven los niños que tienes cerca. Disfruta de regalar al prójimo algo con toda la emoción. Compra un boleto y haz mil planes de lo que harías si te tocaran todos esos millones. Come turrón hasta que te duela la tripa (total, hasta el nuevo año la dieta uno puede saltársela sin culpabilidades). Abre el buen vino y cógete un chuzo con tus primos. Decora tu casa y diviértete haciendo adornos con tu novia. Yo que sé, hay miles de cosas que hacer. Miles y miles. Que yo sepa, nadie te pone una pistola en la cabeza para ir al Corte Inglés. Ni siquiera para sonreír a nadie… pero, ¿qué tiene de malo hacerlo? ¿Es que tú sonríes sólo cuando nadie te lo ordena? ¿Es que eres más chulo que un ocho? Anda, ¡no seas pesado! Sonríe y ya está, que es gratis, que no cansa, que alegra, que te libera… ¿qué más da que sean unas fechas en las que se suponga que tienes que hacerlo? De verdad, complícate menos la vida y lucha por causas más justas. Esto, es, como he dicho antes, una bagatela.
Ve contra la corriente y quiere en Navidad, compra regalos, pon el Belén, siéntente feliz… eso sí que es tener un par de…
1 comentario:
siéntente feliz… eso sí que es tener un par de…
cuanta razon tienes morena,
has venido para quedarte? queremos disfrutar de tus discernimientos, que no nos aburren, todo lo contrario... estamos ansiosos de encontrar-te
besos de la niña
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