Y un poco de optimismo:
http://estosololoarreglamosentretodos.org
Me encanta confiar en la humanidad. Y yo aquí, viendo videos y con un nudo en la garganta. ¿Por qué lloro como una magdalena?
viernes, 26 de febrero de 2010
Este año tampoco llego
Nunca he sido una adonis de playa y este año, tampoco llego para las rebajas de los michelines. Con alegría veo que se van acabando las lluvias, que hoy por ejemplo ha salido un poquito el sol, que pronto podré no llevar abrigo de plumón y que en unas semanas, aunque largas, podremos pasear por la calle mientras disfrutamos con una sonrisa de un día brillante. Y esto me llena de felicidad. Pero, como no, la felicidad tiene un precio.
La palabra 'bañador' retumba en mis oídos. El concepto de 'bikini' me pone los pelos de punta. Las camisetas de tirantes son las peores enemigas de mis brazos de camionera curtida con horas al volante de su cuatrimotor. Arrgggggggggggg. No me planteo ni siquiera pasarme a la dieta de la zanahoria. Tendré que asumir que un año más, no seré un tipazo más en las playas de Rota.
La palabra 'bañador' retumba en mis oídos. El concepto de 'bikini' me pone los pelos de punta. Las camisetas de tirantes son las peores enemigas de mis brazos de camionera curtida con horas al volante de su cuatrimotor. Arrgggggggggggg. No me planteo ni siquiera pasarme a la dieta de la zanahoria. Tendré que asumir que un año más, no seré un tipazo más en las playas de Rota.
martes, 23 de febrero de 2010
Es que a estas horas no se puede...
Siento que me estoy durmiendo. Los párpados pesan muchísimo. Pierdo la concentración. Me duermo, lo noto. Poco a poco voy cayendo en el abismo de la mirada fija. Se me caen los hombros. Y las letras del ordenador me bailan. Es que me estoy durmiendo paso a paso.
Y lucho. No puedo dormirme en la oficina. Busco algo que hacer mientras mantengo la compostura. Ve al baño, Laura, ve al baño. Vuelvo y me siento. El sueño parece que se ha disipado así que sigo con mi tecla.
Pero de repente, ¡oh, no!, siento que me estoy durmiendo otra vez...
Y lucho. No puedo dormirme en la oficina. Busco algo que hacer mientras mantengo la compostura. Ve al baño, Laura, ve al baño. Vuelvo y me siento. El sueño parece que se ha disipado así que sigo con mi tecla.
Pero de repente, ¡oh, no!, siento que me estoy durmiendo otra vez...
El principio de Peter
(De wikipedia)
El principio de Peter dice que en una empresa, entidad u organización, las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor responsablidad una y otra vez, hasta que alcanzan su nivel de incompetencia. A consecuencia de lo qeu el principio manifiesta, muchos puestos de alta dirección son ocupados por porfesionales que no tienen la suficiente cualificación para su trabajo, lo cual conduce a graves errores en las decisiones que toman las personas responsables de muchas organizaciones.
Como corolario de su famoso principio, Lawrence J. Peter deduce lo siguiente:
El principio de Peter dice que en una empresa, entidad u organización, las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor responsablidad una y otra vez, hasta que alcanzan su nivel de incompetencia. A consecuencia de lo qeu el principio manifiesta, muchos puestos de alta dirección son ocupados por porfesionales que no tienen la suficiente cualificación para su trabajo, lo cual conduce a graves errores en las decisiones que toman las personas responsables de muchas organizaciones.
Como corolario de su famoso principio, Lawrence J. Peter deduce lo siguiente:
- Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones.
- El trabajo en en realidad realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
sábado, 20 de febrero de 2010
Hacer 'todo'
Hoy me he levantado tarde, he desayunado tranquilamente y he dejado la taza y el plato sucio sobre la encimera. Luego me he tumbado en el sofá con mi libro y dos mantas, he estirado bien las piernas y he estado resolviendo un caso en Suecia por más de dos horas. Creo que ahora voy a cortarme las uñas y pasarme la epilady, pero no sé si me apetecerá.
Me encantan estos días en los que hago 'todo'.
Me encantan estos días en los que hago 'todo'.
miércoles, 17 de febrero de 2010
lunes, 15 de febrero de 2010
Los Goya
domingo, 14 de febrero de 2010
Es que los blogs tienen mandangas
He consultado mi propio código ético y dice que puedo odiar sin problemas a la gente que tiene casas increíbles y que además, van y las pone en los blogs de moda para que todos las veamos. También a la gente que no para de rallar a la humanidad con su creatividad.
¿Vosotros cómo lleváis esto?
¿Vosotros cómo lleváis esto?
Tengo que aprender una lección
Voy a aprender a pasar de todo. Voy a aprender a que las cosas que no me merecen la pena, me den más igual. Voy a empezar a compreder que las cosas incomprensibles que veo en algunos no es más que su elección de ser de otra forma. Que existen varios porqués para todo y que cada uno elige el que quiera para levantar su vida. Que el que yo elegiría es uno más.
Voy a aprender a tirar por la vida un poco más sola a veces, cuando no merezca la pena esperar o empujar al otro. No se puede empujar todo el rato, sobre todo porque uno empuja hacia donde piensa que hay que ir, pero los demás lo mismo quieren ir para otro lado. Pues que vayan o se queden, porque yo voy a aprender a pasar de todo asumiendo la pluralidad, que no resignándome, que entonces no estaría aprendiendo nada. Creo que es un ejercicio que me hará madurar.
Y me voy a quitar un peso enorme. Y mis tripas me lo van a agradecer, ya veréis.
Voy a aprender a tirar por la vida un poco más sola a veces, cuando no merezca la pena esperar o empujar al otro. No se puede empujar todo el rato, sobre todo porque uno empuja hacia donde piensa que hay que ir, pero los demás lo mismo quieren ir para otro lado. Pues que vayan o se queden, porque yo voy a aprender a pasar de todo asumiendo la pluralidad, que no resignándome, que entonces no estaría aprendiendo nada. Creo que es un ejercicio que me hará madurar.
Y me voy a quitar un peso enorme. Y mis tripas me lo van a agradecer, ya veréis.
sábado, 6 de febrero de 2010
Esperando su turno
Hace un par de días vi, en la parada del tranvía, a una madre y a una hija. Uno de esos conjuntos madre-hija en los que la madre ronda los 85-90 y la hija supera ya de sobra los 60.
En mi conjunto madre-hija particular, la madre vestía un abrigo de piel y un gorro a juego, y parecía salida de una película de Marlene Dietrich. Caminaba agarrada a un bolso elegante y al brazo de su hija.
La hija lucía una apariencia casi falsamente moderna. Vestía una chaqueta más informal, colorida y llevaba las canas teñidas de rubio y sujetas en una coleta alta.
Y sé que suena raro decir que la hija parecía falsamente moderna, porque ¿por qué no va a ser moderna una señora de sesentaymuchos? y claro que no hay un por qué, pero es que ésta mujer en concreto me dio la impresión de que sobrellevaba esta modernidad casi como un deber, como si el tiempo las empujase a las dos a parecerse más de lo que a ella le gustaría y necesitase poner una distancia entre el aspecto de su madre y el suyo, pero no terminando de sentirse a gusto con el que le tocaba.
Y tuve casi la certeza de que, probablemente cuando su madre ya no estuviera, ella tardaría poco en coquetear con la idea de hacerse un moño, incluso de vestir un gorro de piel elegante y así adoptar por fin el aspecto más solemne que tenía cara de estar ya deseando.
En mi conjunto madre-hija particular, la madre vestía un abrigo de piel y un gorro a juego, y parecía salida de una película de Marlene Dietrich. Caminaba agarrada a un bolso elegante y al brazo de su hija.
La hija lucía una apariencia casi falsamente moderna. Vestía una chaqueta más informal, colorida y llevaba las canas teñidas de rubio y sujetas en una coleta alta.
Y sé que suena raro decir que la hija parecía falsamente moderna, porque ¿por qué no va a ser moderna una señora de sesentaymuchos? y claro que no hay un por qué, pero es que ésta mujer en concreto me dio la impresión de que sobrellevaba esta modernidad casi como un deber, como si el tiempo las empujase a las dos a parecerse más de lo que a ella le gustaría y necesitase poner una distancia entre el aspecto de su madre y el suyo, pero no terminando de sentirse a gusto con el que le tocaba.
Y tuve casi la certeza de que, probablemente cuando su madre ya no estuviera, ella tardaría poco en coquetear con la idea de hacerse un moño, incluso de vestir un gorro de piel elegante y así adoptar por fin el aspecto más solemne que tenía cara de estar ya deseando.
martes, 2 de febrero de 2010
Cloroplastas, o de cómo veo yo el origen de la simbiosis vegetal
Estoy leyendo un libro sobre árboles, que no es la juerga padre, pero que me gusta porque remueve los restos de bióloga que hay en mí. Habla, entre otras cosas, del origen de la célula vegetal y de cómo los cloroplastos, al igual que las mitocondrias, eran probablemente organismos independientes, que se integraron en algún momento en las células para quedarse.
Esta es una historia que ya conozco y que me gusta, porque pone un toque happyflower de cooperación en la vieja evocación de la naturaleza como algo cruel, con garras y colmillos. Pero de todos modos, releyendo esto no pude evitar imaginarme la cosa más bien así:
Esta es una historia que ya conozco y que me gusta, porque pone un toque happyflower de cooperación en la vieja evocación de la naturaleza como algo cruel, con garras y colmillos. Pero de todos modos, releyendo esto no pude evitar imaginarme la cosa más bien así:
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