Ocho de la mañana, ya comenzaron las obras en la calle de en frente. Los obreros, en vez de volar el maldito edificio de una vez, lo hacen pedacitos con máquinas ruidosas empezando por arriba y lo tiran al suelo a través de un gigante tubo digestivo en plástico. Resultado: demasiado ruido demasiado temprano. Pero me basta estirar el brazo para hacerte cosquillas, y eso es muy bueno.
Medio día, caminando caminando te has alejado de aquí, pero aun puedo alcanzarte corriendo, así que la cosa no es para tanto.
Tarde, -Señoras y señores viajeros, abróchense los cinturones que vamos a aterrizar. Resultado: saudades.
Pero te lo advierto, este elástico que nos une ya esta estirado a más no poder, un sólo paso más en la dirección equivocada y los acontecimientos van a precipitarse y nos encontraremos los dos de golpe y sin saber cómo por ejemplo en Toulouse.
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